MOSCÚ.  AFP.  El pasado soviético sigue aún muy presente en Rusia veinte años después de la desaparición de la URSS, como lo prueban la permanencia de los restos de Lenin en el mausoleo de la Plaza Roja de Moscú, así como la hoz y el martillo y otros símbolos comunistas en muchos lugares.

Estos vestigios  son sorprendentes, comenzando por las imponentes estatuas de Lenin situadas en Moscú frente al ministerio del Interior y a la estación de Leningrado. Curiosamente esta estación se sigue llamando así aun cuando la ciudad recobró su nombre, San Petersburgo. Otra rareza es que San Petersburgo es actualmente la capital de la región de Leningrado. Circular por Moscú se parece a veces a un viaje por el tiempo: Avenida del 60º aniversario de la Revolución de octubre, Bulevar de los Komsomoles (juventudes comunistas), Calle marxista, Plaza de la Revolución, Biblioteca Lenin, Fábrica Hoz y Martillo, Estación del metro Guardia Roja, Proletario u Octubre, Teatro Lenkom (Komsomol de Lenin). Muchos se sorprenden de que una avenida de la capital lleve el nombre de Yuri Andropov.