Taipei, CHINA TAIWÁN.- Vivir la experiencia de conocer esta isla situada en el Pacífico Occidental entre  Japón y las Filipinas, con  una  interesante historia sellada por sus dinastías de hace miles de años;  una  gran población territorial, un tránsito vehicular en el que predominan las motocicletas, en cualquier extracto social, nos dio la oportunidad de apreciar la gran cultura y organización de esta nación.

 Ver a un pueblo orgulloso de su variada gastronomía, su moneda -el yen o peso taiwanés-, sus productos típicos, sus trece etnias   aborígenes que conservan con esmero y que las  nuevas generaciones tratan cada día de  fomentar y proyectar de  cara al mundo, e importantes recursos naturales,  como los picos más alto de  sus montañas, entre estos La Montaña de Jade, es súper interesante.

Y qué decir  del tan codiciado mármol, piedra de la que tienen  amplias reservas y que conservan como patrimonio cultural, todo esto  es sin lugar a dudas una forma distinta de ver las cosas, no solo por las 13 horas de diferencia entre esta ciudad oriental y la nuestra, sino porque aquí la vida gira desde otra perspectiva.

Y es que mientras en Taiwán la noche se hace  vieja  en la transición de un día hacia  otro  y cambia la luz solar por la energía eléctrica de las altas bombillas que se observan en las altas  infraestructuras de su ciudad principal, específicamente el Taipei Financial Center Corp o Taipei 101, edificio más alto del mundo hasta el  momento,  en nuestro país a penas despunta el alba.

Visitamos este  país de 23 millones de habitantes, situado en  un área de 36.200 kilómetros cuadrados,  invitados por la Embajada de  la República de China de Taiwán en República Dominicana.

Mi estadía en tierra taiwanesa  -del 12 al 18- del mes en curso, fue muy gratificante y satisfactoria, no solo porque tuve aquí  la oportunidad de visitar interesantes e históricos monumentos, sino también, porque encontré a personas súper amables interesadas en dar a conocer lo mejor de su nación, especialmente a José Wang, ejecutivo de Protocolo de la Oficina de Información del Gobierno de Taiwán, guía de la delegación de periodistas de República Dominicana, Perú, Guatemala y Nicaragua, quien nos mostró importantes tesoros culturales de una forma muy  entusiasta.

Luego de dos días de vuelos con conexiones entre Santo Domingo- Miami, San Francisco, Los Ángeles y Taiwán, finalmente arribé al aeropuerto internacional Taoyuan de la ciudad de Taipei.

Inmediatamente allí, cuando aún iba en el taxi hacia el hotel donde me hospedaría esa noche, el conductor del vehículo recibió una llamada a su teléfono móvil. ¿Quién era? Pues, José Wang, para darme la bienvenida a su país, preguntarme cómo había sido el viaje,  y decirme que al otro día nos juntaríamos en el lobby del hotel a las 9:00 de la mañana.

Así empezó mi recorrido por la interesante isla de Taiwán.

El primer lugar visitado -miércoles 13 de este mes de agosto-  fue al Consejo para Asuntos Culturales. Aquí conversamos con el director de la Tercera División de esta dependencia cultural, Henry H.T. Tso. Ese mismo día visitamos Franz Collection. 

Luego, acudimos a un almuerzo ofrecido por   el secretario superior de la División de Asuntos Internacionales de la Oficina de Información del Gobierno (GIO),  por sus siglas en inglés, Miguel Fan, con  él intercambiamos impresiones, nos habló de los proyectos de cooperación e intercambios culturales que está desarrollando Taiwán. 

Fuimos también a   la fábrica de té Wang Tea, donde conocimos  la elaboración del té, distintas clases de esta aromática bebida y su preparación.

 Finalizamos el día con una visita a un espectáculo de ópera taiwanesa Ming-Hu Yuan. Una verdadera representación del arte y la cultura teatral de Taiwán.   Los siguientes días visitamos el  Museo Nacional de Palacio, interesante monumento, donde se guardan miles de años de historia, y    el Taipei 101. Asimismo en la ciudad de Keelung  participamos del Festival del Fantasma y posteriormente conocimos  el museo privado Juming. Luego abordamos un avión hacia   la ciudad Hualien, para  visitar el fascinante Parque Taroko, y finalmente la cultural Fundación Formosa Aboriginal Song, donde de manera directa compartimos con distintas etnias de aborígenes. El último día visitamos la  fábrica de cerámica Yingee, aquí observamos el procedimiento de elaboración de de las piezas, e incluso hicimos algunas.

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La isla de Taiwán

Al igual que aquí, esta isla vive actualmente su estación de  verano. Este país, rodeado de aguas azules del océano Pacífico, generalmente tiene una temperatura que oscila entre   20 y 25 grados Celsius. Es un país de sistema democrático, que se caracteriza por su gran producción de orquídeas, arroz,  peces, piña y mango. Cuenta con una gran vegetación con múltiples picos que sobrepasan los 3,000 metros de alto, incluyendo el más alto del Este Asiático: la Montaña de Jade (Yushan).