Los pasillos del Palacio Nacional perdieron ayer la tranquilidad que los había caracterizado en días pasados, con la llegada de las nuevas autoridades en su primer día de trabajo en la Casa de Gobierno.

A las 9:56 de la mañana las sirenas anunciaban la llegada del primer mandatario, Danilo Medina, quien llegó por la entrada principal con una escolta más reducida de la que usó su antecesor, Leonel Fernández.

Para cuando arribó a la Casa de Gobierno ya lo esperaban decenas de funcionarios designados, otros a la espera de nombramiento y muchos que fueron a saludar.

A medida que pasaban las horas el número de personas fue incrementándose, sobre todo, de aquellos que llegaban con fólderes en mano.

La primera reunión de Medina fue con el ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, con quien conversó durante unos 20 minutos.

Al número de personas se sumaba una batería de periodistas que buscaban información de un lado a otro, debido a la ausencia en ese momento de una cabeza en el departamento de Prensa.

Y llegó ella. Con un look más sencillo del acostumbrado, la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández llegó a sus nuevas oficinas a las 11:10 de la mañana. Llevaba puesto un traje de chaqueta y pantalón azul marino, zapatos planos y pelo recogido.

Entró a su despacho y se integró a sus labores. Se hizo tomar una foto despachando desde su escritorio y la envió a los seguidores de su cuenta de twitter.

Salió de sus oficinas brevemente para, junto al mandatario, tomar el juramento a los jefes militares y policiales que fueron designados la víspera.

Luego, rodeada de su seguridad, dio unas declaraciones a la prensa sobre sus planes y proyectos y se dirigió a sus oficinas a continuar integrada a sus nuevas labores.

Juidero. Cuando alguien susurró: salieron los decretos, se produjo un movimiento de periodistas hacia las oficinas de Prensa que, hasta ese momento, estaban acéfalas. Un personal improvisado comenzó a imprimir las copias en medio de una avalancha de periodistas y curiosos que querían saber a quiénes nombraron.

Los que andaban con fólderes se sumaron a la avalancha porque querían saber si en ese grupo estaban sus designaciones. La situación fue tal que intentaban quitar de las manos las copias a los periodistas mientras éstos pasaban las informaciones a sus medios digitales.

Una vez tuvieron acceso a las listas, unos se alegraron y otros mostraron decepción. Faltan más, se escuchó decir a más de uno y así es.

Zoom

Fotos de Leonel

Pasado el mediodía, un empleado de mantenimiento bajó por las escaleras que llevan al parqueo con cuatro cuadros de los que durante ocho años figuraban en las diferentes oficinas con la foto de Leonel Fernández. En su lugar fueron colocadas pinturas.

Reporte temprano

Junto a Medina, a las oficinas llegaron varios de los funcionarios designados la víspera.