POR INGRIS LEYBA 
Con el objetivo de estimular a jóvenes que aspiran ser exitosos en el mundo de los negocios y de ampliar el portafolio de estrategias, conocimientos y técnicas de los que ya están bien posicionados económicamente, el Centro de Estudios de Formación Empresarial (CEFE) de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), inauguró el ciclo de charlas magistrales con la exposición del empresario José Luis Corripio Estrada.

El evento contó con una masiva asistencia, entre las que estaban diversas personalidades del mundo empresarial, la familia del expositor, entre ellos su esposa Ana María Alonso de Corripio, sus hijos Manuel, José Alfredo, Lucía y Ana y varios de sus nietos.

Estuvieron presentes, también, políticos y jóvenes ligados al área empresarial, quienes ubicados en el auditorio de la Fundación escucharon atentos la disertación amena y un tanto informal del expositor.

Las palabras de bienvenida fueron pronunciadas por José Báez Guerrero, director de CEFE, quien presentó a los comentaristas de la disertación, el intelectual Federico Henríquez Gatreaux y Eduardo Valcárcel, presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios.

José Báez Guerrero sostuvo que ese tipo de actos se realizará cada mes con la finalidad de que un empresario ejemplar del país cuente sus historias de éxitos, así como los tropiezos que ha tenido que superar para llegar hacia la prosperidad financiera y social.

Después de narrar la trayectoria personal de Corripio Estrada, su origen, estudios y reconocimientos obtenidos, expresó que: “podría pasarme horas comentándoles acerca de este extraordinario hombre, pero no estamos aquí para oírme a mí, sino para escuchar de él mismo la explicación de sus éxitos, de cómo ha aprendido de algún fracaso que no conocemos, las confesiones de sus desvelos como importador, industrial y comerciante.

Posteriormente el orador subió al podium y entre anécdotas de situaciones vividas con su padre, muchas de las cuales conquistaron la risa del público por la jocosidad con que las narraba, mantuvo a los presentes atentos a cada una de sus explicaciones.

 ANÉCDOTAS

 En una ocasión, un contable de don Manuel Corripio, padre de Pepín, le expresó que ese año le había ido mal al negocio. Don Manuel, recordó Corripio, quien tenía limitaciones académicas, pero que era extremadamente inteligente, le aconsejó que revisara los “numeritos” porque el negocio estaba más lleno, le debían más y tenía menos deudas. El error era del contable.

Como una manera de resaltar la importancia del sacrificio para obtener las metas, Corripio bromeó con la necesidad de una ley de que “no se pueda ser rico sin pasar por ser pobre”, aunque dijo estar consciente de que el éxito económico es transitorio. A nadie, agregó, lo recuerdan por haber tenido mucho dinero, sino más bien por sus actividades intelectuales o por sus obras en provecho de la colectividad donde vivió.

UNIDAD FAMILIAR

La unidad familiar es indispensable para lograr el éxito, dijo Pepín Corripio. Históricamente, expresó, en los imperios llega el colapso en la tercera generación. Sostuvo que en la familia Corripio, gracias a Dios, esa situación no se ha presentado, por lo que no han dado paso al refrán cubano de “abuelo bodeguero, hijo caballero y nieto pordiosero”.