Pasión por guayaberas

Pasión por guayaberas

Por la historia y la tradición oral se sabe que el año 1790 marcó la llegada de los andaluces a la ciudad cubana de Sancti Spiritus. El clima caribeño y la necesidad de contar con una camisa larga, de bolsillos amplios para cargar el tabaco y otros objetos, los llevó a confeccionar la famosa prenda conocida como guayabera.

Lo de “guayabera” tiene un sentido. Los habitantes de Sancti Spiritus vivían cerca del río Yayabo y por tanto se llamaban yayaberos.

La guayabera creció en fama y tanto es así que cada 1 de julio se celebra en Cuba el “Día de la Guayabera”, pieza que identifica el vestir caribeño y es un clásico de la costura con sello americano.

Vinculado a la moda masculina, Arcadio Díaz, diseñador nacido en República Dominicana, pero con fuertes vínculos en Venezuela, país donde reside desde hace muchos años, logró darle un cambio definitivo cuando apostó por la estopilla irlandesa para labrar –puntada tras puntada-, las delicadas formas femeninas en sus exquisitas guayaberas.

Artesano de la moda

¿De Santo Domingo a Nueva York y luego a Venezuela? ¿Qué ha significado cada escala en su formación como diseñador?

 Cada lugar del mundo en el cual me ha tocado echar raíces, profesionales y afectivas, constituye un capítulo de gran valor en mi carrera como diseñador. El Caribe, por mi visión y mis sentimientos hondamente caribeños, ha sido factor primordial en mi manera de comprender la moda y al mundo. Ese caudal de vivencias se acrecentó en Nueva York, por la riqueza multicultural de esa gran metrópolis. En Venezuela, donde resido, he trabajado arduamente con la meta de fijar un estilo del diseño conforme a mis orígenes, pero con una abierta vocación universal.

¿En qué se diferencia el Arcadio Díaz de su primera etapa con la actual?

 El Arcadio Díaz inicial es un inmigrante que visita los talleres de sus maestros en Nueva York y Europa, con la reverencia y el asombro del creyente que por primera vez se adentra a una importante catedral. El actual es un artesano de la moda que con las herramientas de la inspiración, la constancia y la madurez, ha podido trazar una senda propia, y definir así un lenguaje de cortes, texturas y color que lleva su sello.

El diseñador dominicano Arcadio Díaz, residente en Venezuela, tiene el mérito, como bien afirman los conocedores, de haber logrado adaptar una prenda tan masculina como la guayabera al talle y el gusto de la mujer.

Díaz llegó a crear este tipo de prenda debido a sus imborrables raíces caribeñas. “La mujer latina es una mujer práctica, negada por tanto a los vestuarios encorsetados, que la oprimen.”

 Por ello, nada mejor que ofrecerle una prenda cómoda, fresca, privilegiadamente adaptada a estas latitudes, y revalorizada en lo tocante a la delicadeza y exquisitez que exigía el talle femenino. El desafío estaba en aproximar a las sensuales líneas corporales femeninas una pieza en esencia severa y que tradicionalmente ha vestido al hombre. Además, era preciso alcanzar este objetivo sin traicionar la sobria naturaleza de la guayabera.

– ¿Qué efecto aspira a lograr en el cuerpo de una mujer cuando vista una guayabera?

– Mi ambición es que, no importa el lugar del mundo donde ello ocurra, esa otra piel de tela ceñida a su cuerpo, exprese: ¡Caribe, sol, mar, alegría, sensualidad! Es la mágica sangre caribeña corriendo por las venas de una mujer universal, sin barreras de ningún tipo, en un mundo globalizado.

– Guayaberas con faldas, guayaberas deportivas, guayabera-vestido, conjuntos completos… ¿la imaginación no tiene límites?

– Así es. Lo importante, reitero, es que la prenda inspiradora no se desvirtúe en los signos que le dan identidad. En un reciente desfile escenificado en la República Dominicana, tuve la magnífica ocasión de presentar un traje de novia color champaña, cien por ciento seda natural, estilo guayabera.

Es más difícil vestir  a una mujer

– ¿Qué es más difícil, vestir a un hombre o a una mujer?

– Definitivamente, vestir a una mujer. La ropa masculina tiene un patrón muy marcado, con escasas variaciones de forma. La mujer, además de exigente, tiene una elección plena de detalles que hacen la diferencia.

– ¿Cuáles son las tendencias actuales en el mercado de la moda de América Latina?

– Es obvio que la moda en América Latina está influenciada determinantemente por las grandes corrientes que provienen de las capitales de la industria. Sin embargo, se percibe un decidido empeño por parte de los diseñadores latinos en aportarle carácter a nuestras creaciones, revisar los patrones estilísticos y recrear elementos del continente que son enteramente válidos a los efectos de la moda universal. Si no, valga el poderoso ejemplo de todo lo que ha hecho John Galliano con las prendas y tejidos quechuas en sus desfiles parisinos.

– Y los gustos, ¿qué caracteriza al latinoamericano en el momento de vestir?

– Pienso que en general un buen ojo para escoger el color y un extremado cuidado por la apariencia son dos de las cualidades más notables del latino. En particular, la mujer nuestra se ha contado siempre entre las más elegantes y atractivas del mundo. Carolina Herrera, Patricia Cisneros, Amalita Fortabat, han estado entre las primeras. EFE-REPORTAJES.

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