Al salir de los estudios secundarios, a muchos jóvenes les embarga una corriente de nervios, emoción y dudas. Algunos se preguntan qué estudiarán, otros se cuestionan si han elegido la carrera correcta, mientras que otra parte elige embarcarse en una profesión por complacer a sus padres o toman cualquier carrera por temor a perseguir su verdadera vocación.
El caso del actor Josué Guerrero, de 32 años, fue un tanto especial, porque pasó casi por todas las etapas anteriores hasta encontrar su verdadera vocación.
Desde muy joven se inclinó por la actuación, y cuenta que en el colegio no había actividad artística en la que él no estuviera involucrado.
Al terminar el bachillerato llegó un momento especial para él -como para la mayoría de los adolescentes- la gran pregunta: ¿qué voy a estudiar? “Tomé el examen psicológico para saber qué iba a estudiar y lo que me salía eran carreras muy gráficas, como Publicidad, Ingeniería Industrial… cosas así”.
Siguiendo esos resultados, optó por Publicidad, una de las carreras sugeridas por el test y se inscribió en la Universidad Autónoma de Santo domingo (UASD). Pero, como pasa en estos casos, en esa carrera nunca sintió el amor, pasión y compromiso que solo te lo hace vivir lo que estudias por vocación.
Lo que no se esperaba era que el destino -algo en lo que asegura creer firmemente- le tenía preparado un camino que lo conduciría hacia la actuación justo con la publicidad.
“En la UASD conocí al profesor Claudio Rivera, que daba una clase taller de Educación estética, una materia que incluía clases de música y de teatro; entonces, en la clase de teatro Claudio me mandaba a ver obras, escribir un resumen y dar mi punto de vista”. Ese fue el momento en que Guerrero empezó a escribir su verdadera historia.
En una de estas obras, Josué vio a quien hoy reconoce como su inspiración, el actor, director y productor Waddys Jáquez, y supo de inmediato lo que debía hacer.
“Un día iba a la universidad y me paré en Bellas Artes. Cuando llegué me recibió la bibliotecaria, quien me miró de arriba abajo y me preguntó: ‘¿Estás seguro?, porque aquí hay que invertir tiempo, aquí tú no puedes tener un trabajo formal ni estar en la universidad, porque te va a quitar tiempo’ y le dije ‘Dame la ficha’. La llené y dos semanas después me llamaron para una audición con el director”, explicó el también bailarín.
Para Guerrero, quien hasta ahora ha participado en veintitrés obras de teatro y doce películas, perseguir su vocación significó una avalancha de sacrificios que lo llevaron desde dejar la universidad y su trabajo, hasta pasar días de hambre y mantener sus estudios en Bellas Artes de forma clandestina por varios años, para evitar los reproches paternos.
Mientras sus padres creían que todas las mañanas se dirigía a la UASD, Josué tomaba otro trayecto que lo conducía hasta la escuela de arte en busca de sus sueños, sin importarle nada más que lograr lo que había asumido con valor.
“Nunca pensé en dejar esto. Mi vida cambió cuando empecé a estudiar en Bellas Artes, aunque el trayecto haya sido muy difícil, pues hay momentos en que te llenas de impotencia, momentos en que dices: ‘cóntrale, ¿por qué yo no estudié Contabilidad?… ahora mismo yo estaría trabajando en un banco”, afirmó el intérprete.
Desilusiones las tuvo, como todos. “Hasta los profesores nos decían ‘ustedes están a tiempo de dejar esto. Esto no deja’. En Bellas Artes es casi militar; si ellos ven que tú no tienes condiciones te dicen ‘tú te debes de ir de aquí, tú no das para esto”, contó.
En secreto. Aunque no fue honesto con su familia, Josué no considera que les haya mentido, más bien piensa que simplemente no les dijo lo que había hecho.
“Cuando mi papá y mi mamá me vieron en un comercial de una telefónica de aquí y vieron vallas en la calle me preguntaron ‘¿y qué tú haces ahí?’, y yo les dije ‘yo soy actor’, cuenta el también escritor, sonriendo.
Siguió explicando: “Mientras iba a la universidad yo también hacia esto. Mi papá, que es muy cristiano, solo dijo: ‘No hagas comerciales ni de alcohol ni de cigarrillos’, y yo les dije: ‘Bueno, ‘ta bien’. Les decía que sí, pero mi compromiso como actor era más grande”.
Sus estudios. Luego de formarse por cuatro años en Bellas Artes, Guerrero regresó a la universidad y en 2009 se graduó de la carrera de Publicidad.
Algo que destaca y aconseja a los jóvenes es a no conformarse ni limitarse a lo que estén estudiando.
“Yo investigaba por mi lado, leía muchas cosas y mira que no teníamos internet, en ese tiempo no teníamos acceso a muchas cosas como ahora que tu ‘googleas’ y sale”, apuntó.
Dirección y montaje Maestro, Actuación cinematográfica, Actuación para cámaras y Danza contemporánea, forman parte de las especializaciones que ha realizado.
En carpeta. Para este año inicia la grabación de algunas películas de las que no dio muchos detalles por respeto a la producción, pero de las que sí adelantó que se estrenarán el próximo 2016.