En la cocina pocas veces la modernidad significa más calidad. La comida precocida y para microondas nunca ha podido superar el sabor de aquellas viejas y tradicionales recetas que, aunque son más laboriosas, nos encantan con el sabor de las cosas frescas y recién hechas.
Un ejemplo, son las pastas. Acostumbrados a comprar siempre las pastas secas del supermercado, habrá quien se pregunte por qué nunca sus pastas quedan tan sabrosas como la del restaurante, aunque haya utilizado ingredientes de calidad.
La respuesta más probable esté en la misma pasta, que cuando se come recién hecha tiene un delicioso sabor, que dista mucho del que dan las pastas secas. Es que en realidad, esta pasta industrial aporta más sabor por los condimentos con que es sazonada que por sí misma.
En cambio, la pasta fresca hecha en casa con unos pocos condimentos como aceite de oliva, ajo y algunas verduras ya es una exquisitez, además de que estará ingiriendo un alimento natural y, por consiguiente, más nutritivo.
Simple. Hacer la pasta en casa es una tarea muy fácil, y si disfruta la cocina se agregará la emoción de prepararla con sus propias manos. No necesitará más que harina, huevos frescos, un rodillo y, para más agilidad y mejores cortes, una máquina para hacer pastas.
Tome 500 gramos (poco más de 1 libra) de harina y la coloca sobre una superficie lisa en forma de volcán. Introduce los dedos en el centro de la harina formando un hueco en medio del volcán.
En ese hueco agregará cinco huevos y 10 gramos de sal y mezclará todo poco a poco con movimientos envolventes, hasta lograr una masa no muy dura pero tampoco pegajosa.
En la medida de lo necesario puede ir añadiendo harina hasta lograr la consistencia recomendada. Luego que haya s formado la masa, la cubrirá con un paño de algodón blanco y dejará reposar por media hora.
Después tome porciones de la masa y la irá estirando con ayuda de la máquina para hacer pasta, que se puede conseguir en tiendas de artículos para la cocina.
Primero la pasará por la graduación más ancha y la irá reduciendo conforme se vaya haciendo más fina. Hay que enharinar de vez en cuando para que la masa no se pegue.
Luego, con ayuda de los accesorios de la máquina dará el corte de la pasta que desee y dejarás orear un poco antes de cocerla.