Pastor afirma la corrupción
afecta calidad de vida de los dominicanos

<p>Pastor afirma la corrupción<br/> afecta calidad de vida de los dominicanos</p>

POR ARIDIO PERDOMO
PUERTO PLATA.– Un pastor evangélico radicado en Nueva York, Estados Unidos, expresó su preocupación por el aumento de la corrupción y la delincuencia en la República Dominicana, flagelos que, según afirmó, afectan la calidad de vida de los dominicanos y crean inseguridad.

El reverendo Leonel Mateo Núñez, quien pastorea la iglesia “Cielos Abiertos”, en el condado de Corona, en Queens, expresó tristeza al ver en las calles tantos niños abandonados por sus padres, “a los que no les importa si crecen sin comida, ropa o educación”.

El ministro cristiano expresó su preocupación por la corrupción, la delincuencia y la niñez desvalida, durante entrevista concedida a redactores de Hoy, al participar en una campaña cristiana realizada por el ministerio “Los Enviados del Señor”.

Mato Núñez, quien labora en la emisora Radio Visión Cristiana, atribuye su presencia en esa estación a un milagro de Dios, que lo utiliza como instrumento para llevar su palabra a República Dominicana y todo el continente.

Mateo Núñez, quien está casado con Esther de Mateo y tiene tres hijos, dijo que se convirtió al evangelio a través de un milagro de Dios, en un momento de desesperación, cuando estaba al borde del divorcio, “y en medio de ese trance el Señor Jesús comenzó a obrar en mi vida”.

El servidor de Cristo criollo, quien durante la entrevista estuvo acompañado de su esposa Esther de Mateo, también  evangélica, aprovechó la ocasión para ofrecer detalles de los sufrimientos a que se vio sometido durante el viaje que hizo a través de México, para llegar a Estados Unidos y los milagros de Dios para salvarle.

Mateo Núñez llegó a Estados Unidos en 1986, cruzando de manera ilegal la frontera de México, en un momento en que llevaba una vida un tanto desorganizada y durante cuatro años. 

Al referirse a la odisea para penetrar a Estados Unidos, recordó que al intentar cruzar la frontera fue detenido por Migración y le dieron carta de deportación, pero “por un milagro de Dios” no lo deportaron y, cuando solicitó la ciudadanía, no salió en su récord el expediente de la deportación. “Cuando examino lo que me pasó, me doy cuenta que el Todopoderoso tenía planes conmigo, y por eso le sirvo y le tengo tanto amor a mi Señor, porque conociendo las leyes de Estados Unidos, sé que a una persona que deportan no le permiten hacerse ciudadano de ese país, si no es perdonado por un juez”, explicó.

Relató que salió de Estados Unidos, vino a República Dominicana a buscar su residencia, se la dieron y entró nuevamente a territorio norteamericano sin ningún problema.

Añadió que a los tres años aplicó para la ciudadanía y nunca apareció la deportación, y señaló que en todo esto está la mano de Dios.

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