El presidente de la Asociación de Iglesias Pentecostales de Jesucristo y de la Comunidad Apostólica Internacional, Reynaldo Franco Aquino, informó hoy que el 2014 deja un sentimiento de insatisfacción en la mayoría del pueblo dominicano, por la gran cantidad de temas pendiente de solución con lo despedimos.
«El balance del año, aunque hemos tenido muchos logros, sigue siendo desalentador porque por un lado se quiere exhibir buen crecimiento económico, pero sus efectos no llegaron a la población, por una mala distribución social y el alto endeudamiento del gobierno», dijo el reverendo.
Franco Aquino sostuvo que el futuro nacional esta llenó de grandes obstáculos, encabezados por la deuda social acumulada del gobierno y los factores estructurales persistentes que deben enfrentarse en el 2015, porque frenan el desarrollo, las transparencia y la fortaleza de la Democracia.
Citó como parte de esos obstáculos la ley de partidos políticos, la generación de empleos, falta el control de la migración ilegal, el reajuste general de salario, el pendiente pacto eléctrico, seguir impulsando la Educación con un manejo transparentes de los excedentes presupuestario y mas garantía a la seguridad pública.
Además, lamentó que el gobierno de Danilo Medina, junto a la posición vacilante y complaciente del Congreso Nacional, abriera la puerta para legalizar el aborto convirtiéndolo en la vía para justificar al final todo tipo de aborto.
«Al parecer los destructores de sueños parecen más eficaces que quienes los construyen. La honorabilidad es poca reconocida y la perversidad en la política se presenta como éxito y en la economía como capacidad de gestión ante la indiferencia de la justicia», agregó.
El pastor destacó que “las adversidades nos deben motivar a continuar. Aún con las ilusiones maltrechas debemos evitar que nos quiten la esperanza.
Indicó que resistir es una forma de luchar.
Desde el primer día de enero del 2015, la población sentirá un achicamiento de su muy desgastado poder adquisitivo.
Llamó a todas las iglesias del país y los más de ocho mil pastores a orar fervientemente en este primer mes del año, arreciar la labor evangelística y seguir desarrollando nuestro arduo trabajo social manteniendo nuestra acción preferencial por los más vulnerables, como lo hiciera nuestro Señor Jesucristo en su ministerio terrenal.