El pastor Ezequiel Molina Rosario, en la 40 Concentración Evangélica Nacional ayer, advirtió que para que el país pueda avanzar en el 2004 es necesario revisarse como individuos y aplicar los cambios que sean necesarios para superar el alto índice de pobreza, la cantidad de reclusos preventivos, la elevada tasa de delincuencia y de crímenes pasionales.

Exhortó a la nueva generación a adecentar la actividad política, la dijo está contaminada por mentirosos y ladrones, además de revisar los viejos modelos y utilizar las partes servibles.

Ante miles de personas que asistieron de diferentes pueblos del país, el pastor Molina Rosario dijo que no se puede continuar igual, ya que se hace impostergable un cambio de método porque el actual no funciona.

Sostuvo que cuando habla de nueva generación se refiere a mujeres y hombres capaces de enfrentar la crisis institucional y sacar del atolladero en que han metido los demagogos, sofistas e hipócritas que han falsificado la filosofía, la política, la economía, el arte y hasta la religión en procura de ganancias personales.

Dijo que la nueva generación debe superar la crisis de identidad y la ambigüedad emocional que convierte en ancianos a quienes apenas han salido de la pubertad.

Aspira en este nuevo año a una generación de hombres y mujeres limpios de los vicios y exageraciones que han sumido al mundo en la peor miseria de toda la historia.

Durante la concentración de año nuevo de la Asociación Batalla de la Fe, el pastor Molina Rosario dijo que los resultados hablan por si solos, y que no son políticos ni científicos, pero que si cada día somos más pobres como nación hay algo que no anda bien en la economía pública o en quienes las aplican.

El pastor Molina Rosario destaca que si simples enfermedades como el dengue y la gripe se convierten en crónicas hay problemas en Salud Pública.

Se preguntó «qué diremos del sistema judicial: inocentes presos, delincuentes indultados».

Dijo que si colapsa la economía, las prioridades nacionales no se resuelven dentro del tiempo prudente y el endeudamiento asciende a miles de millones de dólares.

Manifestó que como simples ciudadanos flagelados, opinan que el monstruo de la corrupción, como sanguijuela maligna, está succionando la vida de la nación y de quienes en ella viven.

Dijo que esto indica que los líderes sociales, religiosos y políticos han sido incompetentes e incapaces para enfrentar con éxito la amarga realidad.

Entiende que tiene que surgir una nueva generación, con una visión e intención distinta, sobre la cual recaerá la responsabilidad de crear un mundo diferente, hasta que Jesucristo instala su reino de justicia y paz.

Sostuvo que la presente generación debió de crear la estructura fuerte de seriedad, pulcritud, decencia, honestidad, capacidad y eficiencia administrativa a nivel público y privado, pero que no ha sido así.

Dijo que en la mayoría de los casos lo que se ha encontrado es una infranqueable estructura de corrupción a todos los niveles, la cual salpica en ocasiones hasta los lugares sagrados.

Exhortó a la nueva generación a no copiar esos modelos fracasados, deberá tomarse como tarea adecentar la política que está contaminada por mentirosos y ladrones, revisar los viejos modelos y utilizar las partes servibles.