SANTIAGO-. ¡Misión cumplida!, dijo ayer el pastor y director del programa Niños con una Esperanza del sector de Cienfuegos, Pablo Ureña, cuando se despojó de la barba que durante un año y tres meses mantuvo en demanda de un tomógrafo en el hospital infantil doctor Arturo Grullón, el cual fue puesto en funcionamiento hace una semana.
“Agradecemos al Dios todopoderoso, al esfuerzo de las organizaciones y a los padres de los niños del programa Niños con una Esperanza porque nos acompañaron en esta lucha a favor de los más necesitados”.
Recordó que un hospital sin un equipo tan necesario como un tomógrafo era un drama humano que se estaba viviendo, especialmente para las familias de escasos de recursos que, ante la situación, tenían que gastar dinero en clínicas o ver sufrir a los hijos por carecer de dinero.
Ureña inició la lucha por el tomógrafo el 29 de mayo del 2017, encadenándose por una semana frente al hospital. Luego hicieron piquetes, ruedas de prensa, encendido de velas, cumpleaños infelices y una vigilia con 14 ataúdes.