Rossy Guzmán, la pastora que cumple medida de coerción por pertenecer a una supuesta red de lavado, en el denominado caso Coral, busca hoy que se le varíe la medida coercitiva de un año de prisión, a ser cumplida en el Centro Correccional Najayo-Mujeres.
Guzmán llegó a la Corte de Apelación del Distrito Nacional pasadas las 9:00 de la mañana de este lunes donde se le conocerá el pedimento de variación de medida de coerción por estar involucrada en un supuesto entramado militar y civil junto a Adán Cáceres Silvestre, quien fungió como jefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep).
Tanner Flete, otro de los involucrados en el caso, buscó la pasada semana que se le varíe la medida coercitiva, a quien los jueces de la Corte de Apelación del Distrito Nacional le ratificaron la prisión impuesta en mayo pasado.
El pasado 22 de junio, el titular de la Procuraduría Especializada de la Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho, precisó que los imputados en el caso Coral no tienen las pruebas suficientes para que se les varíe la medida coercitiva impuesta.
“En el conocimiento de la medida de coerción de este proceso, el Ministerio Público depositó como para que se impusieran las medidas de coerción que se han impuesto. Es una decisión conforme al derecho. Se ha apelado y, al realizar los recursos de apelación, nosotros no hemos visto ningún elemento suficiente como para que la Corte de Apelación varíe la medida de coerción”, dijo Camacho.
Al grupo apresado en abril en la denominada operación Coral, se le imputan los delitos de asociación de malhechores, estafa contra el Estado dominicano, coalición de funcionarios, falsificación de documentos públicos, lavado de activos provenientes de actos de corrupción y porte y tenencia ilegal de armas de fuego.