El coordinador de la Pastoral de Educación de la Iglesia Católica, sacerdote Néstor Pazos, atribuyó la violencia y el auge de embarazos en niñas y adolescentes a la descomposición familiar y a que cada día los padres se encuentran más lejos de sus hijos para acompañarlos.

Expresó que los esposos salen en la mañana y no se ven hasta en la noche a causa de las ocupaciones en el trabajo, por lo que dejan a sus hijos a merced del ambiente que los rodea.

Para frenar el auge de los embarazos en niñas y adolescentes estima necesario formar a las parejas, los matrimonios, darle mayor seguimiento y que las instituciones destinadas a trabajar con esta población cumpla su rol. Advirtió que la educación sexual en las escuelas podría ayudar, pero siempre que sea para crecer como persona, para el amor y para su proyecto futuro después que formen pareja.