Pastoral dice 70% presos consume algún tipo droga

Pastoral dice 70% presos consume algún tipo droga

POR DIEGO PESQUEIRA
Un informe de la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia Católica en Baní revela que el 70% de los reclusos del país consume algún tipo de droga, mientras el 56% tienen que dormir en el suelo y reincide entre el 70% y 75% de los que son puestos en libertad.

Además, precisa el informe, que de los 13,500 presos del país menos de 350 están dentro del denominado «nuevo modelo» de cárceles que pretende la rehabilitación del delincuente. Este nuevo modelo, explica el documento, cuesta al Estado aproximadamente cinco o seis veces más de lo que costaba el viejo sistema penitenciario.

«El nuevo modelo, hasta ahora, en materia de ocupación ha provocado pena, confusión y considerables complicaciones», precisa el informe.

Dice que hay algunos aciertos en los «intentos» del nuevo modelo, pero «nos resistimos a ceder al afán del funcionario de turno que pretende atontarnos con discursos y promesas de que lo que no funciona hoy, como por arte de magia, mañana seguro funcionará».

Además, Ignacio Lasaga, capellán de la cárcel de Najayo, y María Mesens, directora del Centro de Formación Integral de la Pastoral Penitenciaria, resaltan como punto negativo que por cada 100,000 dominicanos hay 169 presos, cifra que coloca el país por encima de naciones como Francia, Inglaterra y España.

En el informe se resalta que son analfabetos aproximadamente el 70% de los presos, y que la edad promedio está entre 25 y 35 años.

Tan solo en las cárceles La Victoria, en Santo Domingo, y Rafey, en Santiago, existen talleres manejados por las Fuerzas Armadas, y el número de reclusos que participan en algún programa de formación a nivel nacional se aproxima al 7%.

Conforme al informe el 70% de los internos dominicanos consume marihuana regularmente.

En el estudio de la Pastoral Penitenciaria de Baní, del cual tiene copia este diario, se precisa que las cárceles dominicanas tienen un promedio de 45 años de construidas, por lo que se encuentran en malas condiciones.

«Lo cierto es que las cifras nunca podrán definir con precisión la magnitud del desastre humano que se incuba actualmente como resultado de la conjugación del ocio, la falta de oferta académica, los narcóticos, las infrahumanas condiciones de vida, la improvisación oficial y la indiferencias generalizada», precisa el informe.

Sin embargo, aclaran que «nada de lo dicho anteriormente es nuevo. De hecho, se pudiera decir que es harto conocido». De acuerdo al estudio, en esta año saldrán 10,000 reclusos a las calles, de los cuales, según las estadísticas el 70% tiene la posibilidad de reincidir en la comisión de robos, atracos y narcotráfico.

SITUACIÓN CRÍTICA

«Las plantas físicas de nuestros penales son preponderantemente viejas, en malas condiciones e incongruentes con la ciencia penitenciaria moderna manda. La edad promedio de las instalaciones es de 45 años», precisó.

Y agrega que la capacidad de las 35 cárceles del país es de 6,000 reclusos, pero albergan a 13,500, por lo menos más de la mitad está en exceso, y se puede afirmar que el sistema se encuentra en una situación crítica, tomando en cuenta la escala utilizada por Naciones Unidas para medir este renglón. Alrededor de 7,500 de los 13,500 reclusos del país tienen que dormir en el suelo porque se carece de camas en las penitenciarías.

DUDA DE MEJORÍA

«En este orden es de justicia reconocer que tanto la Procuraduría General de la República, la dirección de Prisiones como la Escuela Penitenciaria, trabajan para resolver el olvido tradicional al que ha estado sometido nuestro sistema penitenciario», precisa la Pastoral Penitenciaria de Baní.

Sin embargo, alegan que los intentos de mejorías vistos hasta el momento «dejan mucho que desear» en los órdenes de la ocupación, formación académica, eficiencia administrativa, control de calidad de los servicios básicos ofrecidos a los reos y sentido común. Sostienen que no se puede impulsar una reforma en términos de educación, por ejemplo, sin darle participación en la discusión a la gente que esta envuelta en ese tema.

«La Pastoral Penitenciaria, coordinada por fray Arístides Jiménez Richardson, es la responsable de más del 60% de las iniciativas académicas actualmente marchando en los distintos penales,» precisan, y a seguidas se preguntan que cómo puede cuajar un nuevo modelo «si es tan de nosotros como lo puede ser para el nuevo funcionario de turno».

Criticaron que de los 13,500 presos del país menos de 350 están dentro del denominado «nuevo modelo». Critican que haya menos de 13 profesores nombrados para una población de más de 13,000 reclusos.

LA REINCIDENCIA

Entienden que una medida inteligente sería trabajar contra la reincidencia, puesto que se protegería a la sociedad de lo que pudo haber sido un delincuente endurecido por la experiencia de la cárcel, se le ahorra dinero al Estado y se libera al delincuente de una vida desgraciada, triste y matizada por la tragedia que caracteriza al delito.

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