Pastoral Juvenil ve «callejón sin salida»

Pastoral Juvenil ve «callejón sin salida»

POR FIOR GIL
La Pastoral Juvenil afirmó ayer que el país se encamina a «un callejón sin salida» en lo que se refiere a la proliferación de armas, pero advirtió que todavía es posible hacer algo para detener lo que considera «una locura armamentista con la que casi toda la población sé esta enfermando».

Al mismo tiempo manifestó su preocupación por los frecuentes casos de menores que reciben el impacto de balas perdidas apenas comenzando su vida.

La Pastoral Juvenil insistió en la necesidad de un desarme general para que la niñez y la población puedan tener un respiro de ese instrumento de muerte que es causa de dolor en la sociedad.

La entidad del Arzobispado de Santo Domingo hace el comentario en una rueda de prensa en la que anuncio la celebración el 29 de los corrientes, del Día de los Derechos de la Niñez, que este año tiene como lema «La Niñez tiene derecho a un mundo sin armas».

Entre las actividades programadas la Pastoral Juvenil contempla la confección de un libro de firmas de personas que se adhieren a apoyar para niñez un mundo sin armas.

Estas firmas en rechazo a las armas formaran parte de un volumen de adhesiones que se ha ido confeccionando desde hace un tiempo, con el propósito de ir creando conciencia sobre la insensatez de las armas y el peligro que representan para la humanidad y en especial para la niñez.

Con esa misma intención la pastoral Juvenil tendrá una celebración eucarística, para «pedir a Dios por la Niñez de la República Dominicana y del mundo, así como para que el señor motive los corazones a buscar caminos de paz, lejos de las armas y la violencia».

La Pastoral considera que lo primero que hay que tomar en cuenta es que las armas son el instrumento más irracional que los seres humanos han fabricado, porque fueron hechas para matar. «No cabe el eufemismo de que las armas son para defenderse : no son para matar, con las armas las armas no se acaba la delincuencia y menos aún la violencia».

Señala que quien utiliza un arma está más en peligro que quien anda desarmado . Es más fácil que sobreviva quien anda desarmado que quien está armado.

Asimismo considera que la humanidad no podrá ser feliz ni tener paz a través del recurso a las armas y que por el contrario la violencia de las armas engendra más violencia y la carrera armamentista se hace cada vez más vertiginosa.

En ese sentido la Pastoral Juvenil propuso al debate público la conveniencia de la promulgación de una Ley de Desarme general de la población y dijo que los legisladores, las autoridades, les instituciones de la sociedad civil y la gente con criterio humanístico deberían abocarse con decisión a hacer posible esa ley de desarme general.

Entiende que la Ley 36 sobre porte y tenencia de armas debe ser abolida, no modificada, «puesto que no ha dado los resultados positivos que de ella pudiésemos esperar. «Más aun, por medio de ella el mismo Estado y asociaciones de profesionales se han lucrado a través de las licencias par a su uso».

En otro orden la Pastoral Juvenil pide que sé prohíba la publicidad del mercado de las armas, por considerar que es nocivo para la salud mental y espiritual del pueblo.

«Como razonablemente se prohíbe la promoción de las drogas, así se ha de prohibir la promoción de las armas. Las armas son peores que las drogas, por que las drogas, sin que con esto se le justifique, al menos dan la oportunidad de reivindicarse y matan poco a poco, pero las armas se llevan la vida de cuajo, expresa la Pastoral Juvenil en su documento.

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