POR CARMEN MATOS
El coordinador de la Pastoral Juvenil, padre Luis Rosario, reiteró ayer su oposición a la aprobación del nuevo Código Penal que introduce la despenalización del aborto para los casos de violación sexual.

La pieza, que ha recibido fuertes críticas por parte de la Iglesia Católica y a la vez, el respaldo de grupos feministas, sería conocida hoy por la Cámara de Diputados que la aprobó en primera instancia el 18 de julio del año pasado.

Rosario sostuvo que el proyecto de ley constituye un retroceso para el país, que se colocaría junto a otros que abren espacio a los matrimonios homosexuales y la pornografía.

Dijo que con la introducción del “aborto legal” el Congreso cometería una “contradicción absurda”, perdiendo toda credibilidad y autoridad moral.

“Defender la vida y los derechos humanos en la sociedad, mientras se postula el pseudoderecho al aborto, es una contradicción y una ofensa a la capacidad racional del ser humano”, expresó.

En una comunicación enviada al presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín,  el sacerdote califica al aborto como “un crimen que no se justifica siquiera en caso de una violación sexual, ya que en ese caso “se castigaría precisamente a quien no tiene nada de culpa en esa desgracia”.

El texto, que Rosario solicitó fuera leído frente a la asamblea de legisladores, dice que “el aborto es un crimen aún más cruel que el que se comete contra una persona ya nacida, esto porque quien ya está desarrollado, biológicamente hablando, puede al menos defenderse de cualquier ataque que ponga en peligro su vida, mientras que la criatura que está todavía en el seno de su madre no puede defenderse”.

Sostiene que si se despenaliza, también habría que despenalizar al asesinato, homicidio, parricidio, matricidio, infanticidio y otros crímenes que violan el derecho de la vida.

El documento, fechado en 28 de agosto del año pasado, reconoce a la criatura no nacida como un ser con derechos completamente independientes de los de la madre.

“Es cierto que la mujer tiene derechos reproductivos y que es dueña de su cuerpo, pero, sin embargo, nunca podrá afirmarse que la vida que se gesta en sus entrañas no tiene sus propios derechos”, agrega.

Continúa  “no es válido, por no ser lógico, argumentar que la mujer tiene derechos reproductivos y que, por tanto, es dueña de todo lo que sucede en su cuerpo, lo que la facultaría para interrumpir la vida que existe en sus entrañas”.

Rosario advirtió que la legalización del aborto suele ser tomada por los países y estados para considerarse “modernos”, sin embargo, aseguró que con esa acción se retrasan.

 Manifestó que por otro lado, los signos de avance se evidencian cuando se respeta la vida, se crean empleos para los ciudadanos , se establecen proyectos de viviendas para una vida más digna.

También cuando la educación llega a toda la población y se facilitan los servicios de salud y se dota a todos los niños y niñas de un nombre y una nacionalidad.

“En fin, cuando se da vida, no cuando se quita la vida”, sentenció.

El conocimiento del proyecto de ley que crea el nuevo Código Penal por la Cámara de Diputados en agosto del año pasado, se convirtió en el tema central de los debates en que sectores a favor y en contra se enfrentaron por varias semanas.

Por un lado la Iglesia Católica y los grupos defensores de los derechos humanos condenaron la propuesta.

Mientras que, por otro lado los  grupos feministas  consideraron un peligro a la penalización del aborto, bajo el supuesto de que obligaría a las mujeres sin recursos económicos a recurrir a procedimientos clandestinos, inseguros e insalubres.