MADRID (EFE).- El centro de Madrid volvió a convertirse un año más en zona de paso para un millar de ovejas en la XIV Fiesta de la Trashumancia en la que por primera vez el rebaño compartió protagonismo con dromedarios y 150 pastores procedentes de 36 países.

La celebración en la localidad de Valsaín, en la región española de Castilla y León (centro), del Encuentro Mundial de Pastores Nómadas y Trashumantes, ha invitado a adelantar esta fiesta celebrada desde 1994 habitualmente en los meses de octubre o noviembre.

Algunos de los participantes de este encuentro guiaron el rebaño por las calles de la capital con sus trajes coloridos africanos, indios o mongoles, entre otros, lo que despertó la curiosidad y disparó las cámaras fotográficas de madrileños y visitantes que pedían en inglés a los nómadas retratarse con ellos.

Tan singulares instantáneas restaron protagonismo a las ya habituales del rebaño de ovejas, en esta ocasión protegidas, y de las razas autóctonas “Negra de Colmenar” y “Rubia del Molar”, apiñadas en la popular Puerta del Sol o en la mítica Plaza de Cibeles azuzadas por los pastores para que no se detuvieran.

Durante el trayecto resonó la música de castañuelas y gaitas que entonaron en la Puerta del Sol un grupo de pastores y ciudadanos procedentes de varias regiones del norte, como Cantabria, Aragón y León, calzados con almadreñas (zuecos de madera) y portando varios pendones de diez metros de altura y cincuenta kilos de peso tradicionales de pueblos leoneses.

Un carro tirado por bueyes también formó parte de la marcha que partió a primera hora de la mañana de la Casa de Campo con destino a la plaza de Cibeles.

Durante el recorrido, uno de los pastores entregó a la concejala concejala del Área de Empleo y Servicios a la Ciudadanía, Ana Botella, unos maravedíes (antigua moneda española) como pago simbólico para utilizar las dehesas y los prados de la villa, tal y como se hacía en el siglo XV. Posteriormente, el rebaño siguió su recorrido hacia Cibeles, donde la directora general de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, Odile Rodríguez de la Fuente, entregó un manifiesto de apoyo a los pastores y nómadas extranjeros que llevaban una pancarta en la que podía leerse “El mundo rural lidera la conservación de la naturaleza».

En este sentido, la hija del naturalista afirmó que los pastores “son los verdaderos embajadores de la naturaleza tras 10.000 años gestionando los recursos naturales”, y elogió en el comunicado entregado, que el pastoreo es “vital” para la supervivencia de especies herbívoras, esteparias y carroñeras, así como necesaria para evitar incendios forestales. Desde la plaza de Cibeles, el rebaño de ovejas y personas emprendió el camino de vuelta a la Casa de Campo.