Patria, Nación y Estado según el pensamiento humanista

Patria, Nación y Estado según el pensamiento humanista

Teófilo Quico Tabar

En virtud de unas notas recibidas de un sacerdote amigo, Juan Bautista, orientador en el Seminario Carmelita, quien me pidió que hable más del concepto de Patria, Nación y Estado, entendiendo él que es conveniente que mucha gente que no necesariamente lo distingue, pueda tener un concepto más claro sobre cada uno de ellos.

En tal sentido, me permito expresar, con respecto a la Nación, algo que leí de joven y me gustó: Nación es el brazo que reúne el florecimiento espontáneo de las sociedades diversas alrededor de las personas, bajo la unidad viva de una tradición histórica y de una cultura particularizada en su expresión, pero con poder de universalidad.

Decía ese pensador: “Por abajo, es receptáculo de una multiplicidad de sociedades a las que no tiene que dirigir, sino mantener con vigor. Por arriba, si no una comunidad en todo el sentido de la palabra, por lo menos una entidad comunitaria, con vínculos flexibles y vivos entre la universalidad que únicamente cada persona como tal puede alcanzar y llevar, y las sociedades carnales que rodean y mantienen al individuo”.

La patria no es un territorio, sino la idea que brota sobre el pensamiento del amor y el sentimiento de comunión que estrecha a todos los hijos de un territorio. Las personas pueden rebasar infinitamente la vida sensible; sin embargo, al integrar al hombre en su totalidad, ella no la desprecia de modo alguno.

Se puede dar a esa sociedad elemental del individuo el nombre de Patria, que señala mejor que ningún otro, la parte que ella tiene de sangre y el lugar de nacimiento.
El Estado, por su parte, no es una comunidad espiritual o una persona colectiva en el sentido propio de la palabra.

No está por encima de la patria ni de la nación, ni con mayor razón de las personas. Debe ser un instrumento al servicio de las sociedades, y a través de ellas, y contra ellas si es preciso, al servicio de las personas.

Algunos entienden el Estado como un instrumento al servicio de las personas. Que tendría o tiene como función fundamental, poner a disposición de éstas, las iniciativas y mecanismos de coordinación necesarios, que les permitan facilitar sus esfuerzos.

Algunos pensadores plantean que el Estado debería ser descargado, a través de las grandes comunidades nacionales, tales como las económicas, judiciales, legislativas, municipales, de las tareas de organización que no pertenecen directamente al Estado.

Entre ellas: los poderes locales regionales, provinciales, municipales, el Estado debería ser solo el vínculo de coordinación y de arbitraje supremo. Custodio de la nación en el exterior y garante en el interior de las personas contra las rivalidades o los abusos incluso de los propios poderes.

Otro concepto dentro del pensamiento humanista es el del Estado Personalista. Concebido como un esfuerzo y una teoría para extraer constantemente de todos los medios sociales la minoría espiritual con capacidad de autoridad; al mismo tiempo, es un sistema de garantía contra la pretensión de las élites de poder, de atribuirse el dominio sobre las personas en virtud del poder que ellas poseen a su servicio.

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