WELLINGTON ASCANIO PETERSON PIETERSZ
Recién finaliza el plazo para depositar ante la Junta Central Electoral los documentos de pactos de alianzas de los distintos partidos políticos que habrán de lidiar en este “confuso” panorama de negociaciones.

Pero aún con ello la bruma del nebuloso y pesado ambiente electoral de medio término, para las elecciones congresuales y municipales, se mantiene cerrado y sin despejar, en medio de un mar de contradicciones internas, de candidatos que han tenido que ceder sus legítimas aspiraciones a emergentes gratificados por el favor de las alianzas, muchas veces insensatas.

Para las mayorías resulta difícil descifrar todo este menjurje de negociaciones del que ningún partido escapa, de acercamientos, de tratos, de compra y venta de candidatos, de intercambios múltiples, y toda una secuela de movimientos calculados en la marcha o como parte de una sabia estrategia en el interés de preservar o conquistar nuevas posiciones de fuerza en lo que será el nuevo tablero del poder político congresual y municipal.

¿Cuáles son las características fundamentales de este nuevo enfrentamiento electoral?. Dos grandes ejes de alianzas agrupan a su alrededor al resto de los partidos, movimientos y personalidades políticas.

El PLD instituye la Alianza Progresista y el PRD/pph la Alianza Rosada.

La Alianza Progresista busca producir en el congreso una modificación de la correlación de fuerzas que le facilite mayor número de Senadores y Diputados, así como ayuntamientos y regidurías. El PLD busca romper con la tiranía congresista y mejorar las condiciones democráticas que permitan un ejercicio equilibrado en el quehacer legislativo, garantía de representatividad y funcionalidad en sus trabajos.

Un Congreso democrático no sólo es garantía como institución, poder del Estado, sino promotor y guardián de cualquier Proyecto de Nación que beneficie al país. Los gobiernos necesitan el apoyo del Congreso para poder gobernar y desarrollar sus proyectos. La oposición tenaz y desenfrenada de un Congreso altamente politizado por encima del interés común del ciudadano, se convierte en una traba al desarrollo.

La Alianza Rosada busca conservar y ampliar su presencia en el Congreso, ayuntamientos y regidurías y su esfera de influencias en las distintas instituciones del Estado. El objetivo de esta alianza se proyecta al 2008, al uso de esta base para retornar al Poder Ejecutivo. Los integrantes de esta alianza vienen de la pasada confrontación electoral en la que resultaron derrotados. Como oposición, lejos de ofrecer salidas constructivas a la crisis por ellos generada, se empeña en deformar la realidad con mentiras.

Estos ejes se enfrentan en el momento histórico en que la República Dominicana está obligada a definir, y aplicar políticas claras, nuevas, muchas de las cuales ya la actual administración la está aplicando ajustadas a las nuevas condiciones para las que el país y se está preparando para competir por los desafíos propios de la globalización.

Es vital hacer el ejercicio de búsqueda en la memoria de la cual ha sido la participación de los candidatos ¿Cómo nos han representado? ¿Cuál ha sido el papel que ha jugado en función de los intereses particulares y generales de la Nación? ¿Cómo se ha comportado en términos de moral y ética como servidor público?

Se dice que las mayorías olvidan con mucha facilidad y no conservan la memoria de los hechos esenciales de nuestra historia lejana y reciente.

En agosto del 2000 el país se encontraba en una situación privilegiada de estabilidad macroeconómica, de baja inflación, de control de tasa cambiaria, de confianza de los agentes económicos internos e internacionales, de altos índices de crecimiento estableciendo récord en el continente, de control de gasto público, etc., se hablaba del milagro dominicano.

Ya en agosto del 2002 se comenzó a tambalear la economía y se inició el desbarajuste de la tasa cambiaria, el fenómeno del deslizamiento con sus efectos contrarios y los empréstitos para intentar cubrir la moneda criolla. Se cuestionaba la política del gobierno y las delibidades del equipo económico.

La economía se fue al suelo y cada vez eran más los desaciertos acompañados de préstamos, hasta llegar a los consabidos US$1,100 millones de Bonos Soberanos.

Todavía hoy no se sabe a ciencia cierta por dónde andan los soberanos bonos. Pero ya se denuncia la desviación de parte de estos en el financiamiento de los Juegos Panamericanos, en violación a la Ley 01-03 que regula la emisión de dichos bonos.

La memoria histórica de los años de la administración del PRD/pph es reciente y es un sinónimo de desastre en el manejo de los intereses de la nación y de sus ciudadanos.

Por primera vez en la historia de este país se añoraba la presencia del Fondo Monetario como una salida milagrosa.

Quieren volver y están desesperados porque perdieron la magnifica oportunidad de haber hecho ayer lo que está haciendo hoy el PLD y su actual administración de gobierno dirigido por el doctor Leonel Fernández. Pudieron aportar mucho a la consolidación de la democracia dominicana con el fortalecimiento de sus instituciones y al despegue definitivo de nuestra economía con el seguimiento normal de lo que encontraron, hacia más elevadas metas de desarrollo, pero no lo hicieron, no usaron los recursos del poder para transformar las condiciones de pobreza extrema que tenemos ni las miserias de todo tipo que nos agobian, ahondaron más la brecha entre ricos y pobres, se olvidaron del país para concentrar sus esfuerzos en sus intereses de grupo.

Esa es la parte fea de la historia patria que no debemos olvidar.

El camino abierto es el camino de la recuperación, de la estabilidad y la tendencia a que sigamos creciendo. Las alianzas tienen que servir al interés de una Patria para todos.

Unamos nuestros esfuerzos para librarnos de la pobreza.

Aclaración: En nuestro artículo ¿Quiénes son los amigos del pueblo? publicado el pasado 28 se deslizó un error, al digitar el trabajo, que es preciso aclarar. En el original se escribió que los partidos no han favorecido “a sus propios militantes que por miles andan rodando”, pero en la publicación en vez de rodando se escribió “robando”.