Patria, prócer y vergüenza

Patria, prócer y vergüenza

Y fue sábado,hubo más que intentos. Ofrendas, discursos, citas citables, visitas al museo. Municipios de fiesta, con banderas al viento, música, escolares rindiendo honor a quien honor merece. La provincia Duarte exultante, con su tradicional desfile y su heroísmo. Conmemoración y empiece del Mes de la Patria, creado mediante decreto en el año 1997. Inicia el 26 de enero, natalicio de JuanPablo Duarte y termina el 27 de febrero, nacimiento de la República Dominicana. Es el mismo decreto que dispone la integración de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias (CPEP) y la “Semana de la Soberanía Nacional”, del 10 al 16 de agosto. Y como cada 26 de enero vuelve Juan Pablo Duarte Díez a la memoria, al imaginario colectivo. Cada quien,con su Duarte y su acotejo, cada uno con la negación y los adjetivos, cada una con la porfía y la duda, porque es mejor denostar que investigar. Y sí, cuando ocurre la referencia al patricio de manera ineludible adviene la mención de los 22 años de ocupación haitiana, del mismo modo ocurre la reivindicación de la patria y de la soberanía. Con vergüenza algunos, con altivez otros, el grito fundacional enorgullece. Y sirve la efeméride para recordar y repetir honor y gloria, para lamentar el abandono y la decepción del prócer. 206 años como tiempo histórico es poco, imaginar, sin embargo, la suma de esos días es demasiado. Insuficiente empero, para comenzar a reconocer los méritos del muchacho que soñó con una patria independiente y soberana. Filorio que comprometió a la familia, a los amigos, arriesgó el patrimonio, expuso su seguridad en procura de la consecución del propósito patriótico. Ese hijo de español y criolla,fundador de La Trinitaria en el 1838, catapulta para el proceso emancipador. Para algunos historiadores esa sociedad secreta fue intrascendente y efímera. Roberto Cassá, afirma que “es el primer agrupamiento revolucionario, animado por una doctrina política, con un programa y un sistema de organización. Su razón de ser estribaba en plasmar el objetivo que había predicado Duarte, derrocar el dominio haitiano para fundar un Estado independiente. (R.Cassá. Padres de la Patria. AGN).Siempre una persona, una idea, un sueño. Siempre la obcecación hasta lograrlo.
El proyecto de Constitución del fundador de la República revela sus convicciones. “La Ley no reconocerá más nobleza que la virtud, ni más vileza que la del vicio, ni más aristocracia que la del talento, quedando para siempre abolida la aristocracia de sangre”. “El gobierno deberá ser siempre y antes de todo, propio y jamás ni nunca, de imposición extraña, bien sea esta directa, indirecta, próxima o remotamente. Es y deberá ser siempre popular en cuanto a su origen, electivo en cuanto al modo de organizarle, representativo en cuanto al sistema, republicano en su esencia y responsable en cuanto a sus actos’’. Liberal, creyente en el cumplimiento de la ley, Duarte, continúa el historiador, director del Archivo General de la Nación, “ fue radical en las ideas y en la acción. Y esto lo llevó a combatir, intransigentemente, a los conservadores, partidarios de anexar el país a una potencia extranjera.”
Otrora vejado, difamado por los orcopolitas. Pretendieron ocultar méritos, torcer la historia. Su exilio es pesadumbre para la nación, clímax de la traición, la incomprensión, la angurria de dominio. De prócer a perseguido, encarcelado y expulso. Ignorado, como peor condena. Pedro Troncoso Sánchez, autor de “Vida de Juan Pablo Duarte”, escribe la estrofa triste de su agonía, en Venezuela: “nunca fue la muerte tan piadosa, cuando besó y puso paz en la frente atormentada de Juan Pablo Duarte. Sobre su sarcófago no fue colocada la bandera, creada por él, para la nación que cinceló (página 516). La indiferencia y la conspiración para denostar sus hazañas y arrebatarle gloria, tiene ribetes execrables.Hoy, es deber insoslayable honrar la patria y a sus gestores cuando tantas personas, como escribió el prohombre, “sin juicio y sin corazón conspiran contra su salud” y reniegan de su existencia.

Publicaciones Relacionadas