El Patronato de Lucha contra la Lepra arriba a su 60 aniversario con un balance positivo, ya que se ha logrado reducir la tasa de prevalencia en el país a 0.21 por 10,000 habitantes.

Al participar en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, directivos de la entidad expusieron sobre las diferentes iniciativas que desarrollan para mejorar la salud de estas personas, así como su calidad de vida.

Emma Guzmán, presidenta del Patronato, detalló acerca del programa de atención primaria casa por casa, a través del cual las personas con lepra reciben todos sus medicamentos totalmente gratis.

“Existe un control de la enfermedad, de acuerdo con los parámetros requeridos por la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ”, apuntó.

Valoró la importancia de la detección temprana.

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Señaló que “la lepra afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos, teniendo la singularidad de crear en las personas la falsa idea de que es incurable. La realidad es que existe tratamiento y se puede curar”.

Desde su óptica resulta imperativo poner fin a la discriminación, el estigma y los prejuicios con relación a la enfermedad.

Un poco de historia

En el año 1963 comienza a funcionar el Patronato de Lucha Contra la Lepra, formado por el Dr. Huberto Bogaert con el propósito de colaborar en la lucha anti leprosa y estimular el estudio de las enfermedades de la piel y venéreas en República Dominicana.

Funciona bajo la rectoría del Instituto Dermatológico y Cirugía de la Piel “Dr. Huberto Bogaert Díaz (IDCP).

Ambos organismos están a cargo desde 1972, del Programa Nacional de Control de Lepra de la República Dominicana planificando las estrategias en todo el país, buscando y detectando casos nuevos antes de que presenten lesiones no recuperables, y desarrollando acciones de prevención, seguimiento, diagnóstico a tiempo y tratamiento oportuno.

Esta enfermedad es causada por el bacilo Mycobacterium Leprae, también conocido como Bacilo de Hasen.

En el conversatorio participaron también Víctor Pou Soares, director general del IDCP; Luisa de Bogaert, vicepresidenta del Patronato de Lucha contra la Lepra; Juan Periche, director nacional del Programa de Lepra y José Vicente Ruiz, director administrativo y Financiero del IDCP. De acuerdo a lo explicado, la enfermedad no produce fiebre, ni ningún otro síntoma y por ello las personas tardan años para percatarse de su padecimiento, especialmente, cuando comienzan a dañarse los nervios y a presentarse deformaciones.

Si el diagnóstico se realiza temprano, los pacientes pueden recibir el antibiótico correspondiente y curarse.

El año pasado los casos no llegaron a cien y se estima que este año tampoco supere esa cifra. Cada día son menos los pacientes con daños en las manos y en los pies. De igual forma, son pocos los casos de niños con lepra en el país.

La meta propuesta por la OPS-OMS al 2030 es prevalencia cero.

Un problema que amenaza es la cercanía con el vecino Haití, ya que personas infectadas cruzan a este lado de la isla, lo que dificulta el control.

De acuerdo a lo explicado la mayor cantidad de pacientes se localizan en localidades de extrema pobreza. Es una enfermedad que está muy vinculada a la pobreza, la desnutrición, el hacinamiento y la falta de acceso a servicios básicos.

Sobre las provincias con casos de la enfermedad, figuran Valverde, Monseñor Nouel, Barahona, Pedernales, Baoruco, Ocoa, San Pedro de Macorís, Hato Mayor y La Altagracia.