Hoy 
El Patronato del Hospital Marcelino Vélez Santana, de Herrera, repuso en su cargo a César Nicolás Penson, quien representa a los empresarios de la zona; también a José Manuel Féliz, quien representa a la iglesia Evangélica.
Como presidente del Patronato del hospital figura nueva vez el general Domingo Vargas Cuello, director del centro; el doctor Víctor Atallah sería destituido como presidente del Patronato.
Todos esos cambios deberán ser ratificados por un decreto presidencial que todavía no ha sido emitido, trascendió.
La decisión se había tomado, dado el disgusto que provocó en algunos sectores de la comunidad empresarial de Herrera, la exclusión del Patronato de Penson y Féliz.
El hospital de Herrera mantiene un proyecto de ley en el Congreso mediante el cual se busca la independencia de ese centro de salud, de forma que pueda actuar independiente del sistema sanitario que coordina Salud Pública.
«Se trata de un esfuerzo por lograr que el hospital Marcelino Vélez Santana no se convierta en un hospital más de los que tiene Salud Pública», aseguró a HOY una fuente hospitalaria.
El hospital Marcelino Vélez Santana recibe una subvención estatal de RD$10 millones, pero además tiene un sistema de pago categorizado.
DECRETO
Previo a las elecciones presidenciales del 16 de mayo pasado se emitió un decreto mediante el cual se nombraba al doctor Víctor Atallah como presidente del Patronato.
Ese nombramiento llevó a la anulación de la posición de vicepresidente, que ocupaban los empresarios de Herrera y la de miembro, que ostentaba la iglesia Evangélica local.
Ayer se comunicó a ambas partes que en las próximas horas será derogado el decreto y que volverán a sus posiciones el general Vargas Cuello y el empresario Penson.
El hospital Marcelino Vélez desde sus orígenes ha sido una fuente de enfrentamiento entre sectores que se disputan el centro, por las más variadas razones.
Los primeros enfrentamientos se produjeron entre funcionarios de los partidos De la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD), cuyos funcionarios se peleaban porque había sido inaugurado sin terminar la obra.
