El verdor de la primavera nos recuerda que la vida es un llamado a la esperanza”, como dice el poeta mexicano Abel Pérez Rojas. Y esto es precisamente lo que transmite el Patronato Nacional de Ciegos (PNC) en cada edición de su tradicional “Tarde de Primavera”, que realiza anualmente a beneficio de los no-videntes y los diversos programas de ayuda de la organización.
Entre risas, buena música y entrañables conversaciones, los asistentes -en su mayoría damas- pasaron una entretenida tarde-noche en la Sala de Fiestas del Santo Domingo Country Club.
Aquí, las damas del Patronato e invitadas decoraron las ya tradicionales mesas que evocan alegría, colorido, armonía y delicadeza con hermosos arreglos florales y exclusivos y primorosos juegos de té, que inspiran a esas amigas a pasarla bien por una buena causa, mientras disfrutan de bocadillos fríos, calientes, ricos postres y bebidas refrescantes.
El toque alegre lo puso el grupo musical vocal El Sonido de la Luz, del PNC, con su interpretación de “Compadre Pedro Juan” y “Es que lo tengo todo”, motivando a muchas de las asistentes a bailar y cantar.
Otra parte muy esperada fue el desfile de moda de jóvenes no videntes, que contó con la colaboración de la diseñadora Giannina Azar. Esa es la actividad más importante que realizan, porque aprovechan para resaltar los logros de los pacientes que tienen talento artístico.
Frank Ceara cerró esta memorable tarde con broche de oro.