Patrulla destroza pierna de locutor

Patrulla destroza pierna de locutor

“Me mandaron a parar, pero es  un lugar muy oscuro y yo seguí al paso y me estacioné más arriba donde había luz. Me encañonaron y me dijeron ‘de espalda hacía el suelo’ y ahí mismo sin mediar palabras me tiraron en una  pierna  y me la destrozaron”. Así explica el locutor Elvis Gutiérrez lo que le ocurrió el domingo en la noche en presencia de su esposa y de un amigo, en Santiago.

SANTIAGO.- Con ojos húmedos y la tristeza estampada en su cara  morena, Elvis Gutiérrez, el joven locutor a quien una patrulla baleó la noche del domingo,    pidió al presidente Leonel Fernández  y al jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín,  que su caso no quede impune.

De no ser sometido a una costosa y rigurosa operación, perderá la pierna izquierda, destrozada  por  los perdigones  disparados por  una patrulla   cuando transitaba por la avenida Circunvalación a la 1:00 de la madrugada en compañía de su esposa  y de un amigo.

“Me mandaron a parar, pero es  un lugar muy oscuro y yo seguí al paso y me estacioné más arriba donde había luz. Me encañonaron y me dijeron ¡de espalda hacia el suelo! y ahí mismo sin mediar palabras me tiraron en una  pierna  y me la destrozaron”, narró.

Indica que sus posibilidades de que vuelva a caminar son remotas, puesto que no tiene dinero para costear la operación.

Cuenta que es desgarrador  narrar el momento  de  impotencia que sintió, porque pensó que  iba a morir, que  eran delincuentes y no policías, y se pregunta por qué  no se  lo llevaron preso en vez de  dispararle.

“Yo pensé que  no eran policías, porque  no me pidieron nada. Como  joven   trabajador que soy, yo creo que tengo derecho a andar a la  hora que sea,  siempre  y cuando no dañe la vida de nadie. Yo estaba en una actividad  y   ya regresaba para la casa. Yo no soy ningún delincuente, no tengo fichas en la Policía”,  dice.

Gutiérrez     es  oriundo de Villa Vázquez, donde  hasta hace poco  era  locutor de la emisora  Súper Noroestana, y al trasladarse a esta ciudad a veces conchaba en la ruta M de noche y en el día  es  guardián de una empresa privada. “Quiero que se evite que otros jóvenes sean abusados”.

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