Hoy 
POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- La población local percibe más seguridad con el reforzamiento de las patrullas policiales que, junto a militares se mueven para prevenir los crímenes y delitos. Esto fue comprobado por reporteros de este diario durante un recorrido por el centro de la ciudad y barrios como Pekín, Cristo Rey, El Ciruelito, Camboya, Los Salados, Cienfuegos, La Gloria, ensanche Espaillat, El Ejido, El Fondo del Frasco y otros que en meses pasados fueron afectados por el auge de las drogas, la delincuencia y el crimen organizado.
Mientras tanto, en sectores donde todavía no hay patrullas sus residentes piensan contrario y alegan que los robos, atracos y asesinatos siguen como en los primeros días del mes de agosto pasado.
Carlos Lora, presidente de la Asociación de Tiendas del Centro Urbano de Santiago dijo que evidentemente las autoridades han logrado frenar un poco la delincuencia y la ola de violencia y la gente comienza a renovar su confianza.
Deploró que cuatro o cinco meses atrás los ciudadanos perdieran la confianza por la inseguridad, pero que «ahora las autoridades policiales y judiciales han diseñado un plan estratégico con los empresarios y los comunitarios para devolver la paz a este pueblo».
Los policías han montado vigilancia no solo en el centro de esta ciudad, sino en barrios y urbanizaciones donde agentes armados realizan patrullas a pies y ocasionalmente en carros.
Mientras se consolida la confianza, muchos residentes han adoptado medidas de precaución como el caso del reparto Retiro Primero, donde José Darío Olivo, presidente de la Junta de Vecinos, anunció que el vecindario controla y se previene de la delincuencia comunicándose por teléfonos y pitos.
Andrés Ramos, presidente de la Federación de Juntas de Vecinos de Santiago, consideró que debe haber más acercamiento y más contacto entre los residentes en barrios y las autoridades.
«En nuestras comunidades son donde surgen los robos, asaltos y el crimen organizado. Es en esos barrios donde se originan las pandillas, donde se planifican y se cometen asesinatos y atracos», precisó Ramos.
El motoconchista Juan Cornelio, el pollero Gregorio del Rosario, la doméstica Berta Reyes y el ferretero Carlos Fermín consideran que en realidad en los barrios la vigilancia y las medidas estratégicas establecidas por las autoridades han dado muy buenos resultados, porque la ola de criminalidad ha bajado.
Cornelio entiende que los delincuentes de los barrios hay que exterminarlos porque son un atentado contra las vidas de los demás, mientras que el taxista Apolinar Antonio Reyes afirma que en Santiago siguen sin ninguna variación los robos, los atracos y la criminalidad.
«Yo estoy sintiendo menos seguridad porque «todos los días aparece gente muerta, hay más robos y más atracos en las calles sin que nadie pueda controlarlos», dijo el taxista.
