El economista Pavel Isa Contreras advirtió ayer que no son visitas sorpresas lo que necesita el país, sino un programa nacional robusto de apoyo a la pequeña producción agropecuaria para poder enfrentar los retos del Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica y los Estados Unidos, conocido como DR-Cafta, por sus siglas en inglés.
Mientras que el Centro Bonó consideró que el futuro inmediato de la agropecuaria dominicana presenta un panorama sombrío debido a la amenaza que representa para el país la aplicación de las políticas de desgravación arancelaria y desprotección productiva, previstas en el calendario de apertura comercial del referido acuerdo.
Durante su participación en el Análisis de Coyuntura en el Centro Bonó, con el tema “Balance al DR-Cafta: situación y perspectivas del acuerdo de libre comercio, desafío para los pequeños productores y la agropecuaria nacional”, Isa Contreras expresó que la única solución es el desarrollo productivo.
Manifestó que el Estado no puede ser indiferente al desarrollo agropecuario, tras señalar que se ha demostrado que las visitas sorpresa no son la solución, ya que llevan cuatro años y el sector sigue estancado.
Expresó que sin un programa nacional serio de respaldo a la pequeña producción agropecuaria no habrá desarrollo en ese sector y que, de lo contrario, desaparecería.
Dijo que la mejor demostración de que la pequeña producción agropecuaria sigue estancada es que el Gobierno sigue invirtiendo los mismos recursos de hace ocho años.
“Hay que dar vuelta a esto, lo principal es lograr que las pequeñas unidades productivas, las más afectadas por los acuerdos de libre comercio, tengan capacidad de responder, ser más productivas y competitivas”, señaló.
De su lado, Roque Féliz, vocero del Bonó, señaló que las perspectivas de la agropecuaria nacional son altamente vulnerables a las políticas de plena apertura comercial establecidas en el horizonte de aplicación del DR-Cafta, lo cual genera incertidumbre en los productores de los principales rubros agropecuarios en todo el país.
Además, dijo, amenaza los medios de vida de las familias y las comunidades rurales, razón por la cual el Centro Bonó se une a la Articulación Nacional Campesina y a la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro) para demandar una revisión de la desprotección efectiva establecidas en el acuerdo DR-Cafta.
Considera que la revisión del DR-Cafta es una demanda justa que el Estado dominicano debe asumir con responsabilidad social ante sus socios comerciales de Centroamérica y Estados Unidos tras recordar que uno de sus principales roles y funciones públicas es garantizar la seguridad alimentaria y los derechos económicos y sociales de la población.
Señala que el impacto de la desprotección efectiva de la producción nacional de arroz, habichuelas, pollo, leche, huevos y cerdo no se compensa con el impacto de las exportaciones agropecuarias no tradicionales.
Advirtió que los agronegocios y los clústers de vegetales y frutas establecidos para aprovechar oportunidades de exportación están regionalmente saturados y sus capacidades de construir agropecuaria sostenible son frágiles e inciertas.
Razón, dice Roque Féliz, por la cual el país debe cambiar el enfoque de libre comercio que ha impuesto a la producción agropecuaria.