Paz y buena voluntad para Israel

Paz y buena voluntad para Israel

Por Claudia Hernández de Alba
Las festividades judías, cuyo origen se remonta a la antigüedad, son celebradas en Israel con gran intensidad y de muchas maneras. Se manifiestan en costumbres y prácticas tradicionales y no tradicionales, y dejan su huella en diferentes aspectos de la vida nacional.

Las festividades judías son los ritos con los que los israelíes marcan el transcurso del año. Las fiestas son una parte importante de la vida cotidiana en las calles, en el sistema escolar, en las sinagogas y en los hogares a lo largo de todo el país.

Shabat: sábado, el día  de descanso semanal, es acogido por la mayoría de la población en Israel permaneciendo ese día con la familia o los amigos. El transporte público se suspende, los negocios se cierran, los servicios esenciales trabajan con un mínimo de personal y se otorga licencia a la mayor cantidad posible de soldados. La mayoría secular aprovecha su día de descanso semanal para el esparcimiento en la playa, lugares de entretenimiento y excursiones al aire libre. Los observantes dedican muchas horas a comidas familiares festivas y a servicios religiosos en la sinagoga, se abstienen de viajar, trabajar o emplear artefactos eléctricos.

Rosh Hashana: marca el comienzo del año judío. Su origen proviene de la Biblia (Lev. 23:23-25) “una conmemoración al son del shofar (el cuerno del carnero), una santa convocación”. El término Rosh Hashana, “comienzo del año” es rabínico, al igual que los temas reverenciales de la festividad: arrepentimiento, preparación para el día del Juicio Divino, y oración por un año fructífero. Esta festividad de dos días es el 1-2 de tishrei, generalmente en el mes de septiembre del calendario gregoriano, y comienza al ponerse el sol en la víspera, como todas las festividades judías. Las principales costumbres de Rosh Hashana incluyen el toque del shofar en la mitad de un prolongado servicio religioso que se centra en los temas de la fiesta, y elaboradas comidas en el hogar para celebrar el nuevo año. Las plegarias de la liturgia aumentan con oraciones de arrepentimiento.

El Halel, un conjunto de bendiciones y salmos, se recitan al comienzo de cada mes, en las tres festividades de peregrinación y en ocasiones de una actividad pública.

En muchos sentidos, Israel comienza su año en Rosh Hashana. La correspondencia gubernamental, los periódicos y la mayor parte de las transmisiones, para dar solo tres ejemplos, llevan la “fecha judía” primero. Los augurios para el nuevo año se formulan generalmente antes de Rosh Hashana y no a fines de diciembre.

Yom Kipur: ocho días después de Rosh Hashana, es el día de la expiación, del juicio Divino, y de “aflicción personal” (Lev. 23-24), de modo que el individuo pueda ser purificado de sus pecados.

El único día de ayuno decretado en la Biblia, es el momento para que uno enumere sus malas acciones y reflexione sobre las faltas cometidas. Se espera que el judío, en este día, ore por el perdón de los pecados entre el hombre y Dios y corrija sus acciones erradas y pecados entre el hombre y su prójimo. Los principales preceptos de Yom Kipur- prolongados servicios religiosos y un ayuno de 25 horas- son observados incluso por muchos laicos. El nivel de solemnidad pública en Yom Kipur sobrepasa el de cualquier otra festividad, incluyendo Rosh Hashana. El país se detiene por completo durante 25 horas en ese día:

Los lugares de entretenimiento están cerrados, no hay transmisiones de radio ni de televisión- ni siquiera noticias: se suspende el transporte público e incluso las carreteras están completamente vacías. Esto se refuerza en Israel con el recuerdo de la guerra de 1973, un ataque sorpresivo lanzado en Yom Kipur por Egipto y Siria contra Israel.

Cinco días más tarde cae Sucot, descrita en la Biblia (Lev. 23:34) como la “Fiesta de los Tabernáculos”. Sucot es una de las tres festividades que se celebran hasta el año 70 E.C. con una peregrinación masiva al Templo en Jerusalén, y por eso se las conoce como las “fiestas de peregrinación”.

En Sucot, los judíos conmemoran el éxodo de Egipto (siglo XIII A.E.C.) y agradecen las abundantes cosechas. En algunos kibutzim, Sucot se celebra como Jag Haasif (la fiesta de la cosecha), entorno a los temas de recolección de la segunda cosecha de granos y las frutas de otoño, el comienzo del año agrícola y las primeras lluvias.

En los cinco días entre Yom Kipur y Sucot, decenas de miles de dueños de casas y tiendas construyen sucot-cabañas para vivienda temporaria, que recuerdan las cabañas en las que los israelitas vivieron en el desierto, después del éxodo de Egipto-y adquieren una hoja de palma, un cidro, hojas de mirto y ramas de sauce, con los que se amplia el ritual de la oración festiva. A lo largo de todo el país, se instalan sucot en los estacionamientos, los techos, los prados y los espacios públicos. En ninguna base militar falta una. Algunos israelíes pasan la fiesta y los próximos seis días literalmente viviendo en sus sucot.

En Israel, la “porción sagrada” de Sucot (y de las otras dos fiestas de peregrinación. Pesaj y Shavuot) se celebra solo durante un día. Las comunidades de la diáspora la celebran durante dos días conmemorando los tiempos antiguos en que el calendario era dado a conocer desde el Templo e informado a la diáspora por medio de una red de señales de humo y mensajeros.

Después del día de fiesta, Sucot continúa a un nivel menor de santidad, como lo ordena la Tora (Lev. 23:36). Durante la semana entre medio- medio festiva y medio ordinaria- las escuelas no funcionan y muchos negocios cierran o reducen sus horas de atención al público. La mayoría de los israelíes laicos pasan los días intermedios de Sucot y Pesaj en sitios de recreos a lo largo del país.

La semana intermedia y el período de fiesta concluye en Shemini Atzeret, la sagrada ocasión del octavo día” (Lev. 23:36) con lo que se combina Simjat Tora. La celebración de Shemini Atzeret/Simjat Tora se centra en la Tora- los Cinco Libros de Moisés – y se caracteriza por danzas públicas con un Rollo de la Tora en los brazos, y con la lectura del último y el primer capítulo de la Tora, renovando el ciclo anual de lectura. Después del anochecer, muchas comunidades auspician festividades adicionales, generalmente al aire libre, que no están limitadas por las restricciones rituales que se aplican en el día sagrado mismo.

claudiahdez_07@hotmail.com

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