Pedalear por la salud y el ahorro

Pedalear por la salud y el ahorro

Ejercitarse se ha convertido en un saludable hábito para centenares de ciudadanos, que lo practican en los cómodos y bien equipados gimnasios, en el amplio espacio del Mirador Sur o en las áreas circundantes del Jardín Botánico.

Procura la gente, con el recurso de las sofisticadas máquinas, las caminatas o trotes, mantener sus cuerpos en forma.

Algunos se ejercitan mediante el uso de la bicicleta, pero muchos otros aún no descubren la importancia de este medio de locomoción para la salud.

Desde hace más de dos décadas intento estimular el ciclismo recreativo como recurso contra la contaminación, el ahorro energético y la prolongación de la vida.

Una idea quijotesca que contra viento y marea he promovido, después de las experiencias observadas en los Biciclubes de Francia.

En la edición del pasado domingo de este diario, en la página de Terramérica, se inserta un interesante reportaje sobre la moda de las bicicletas en Europa y Sudamérica, que invito a leer.

Este medio de transporte se populariza en naciones de esas regiones, por la conciencia que tiene la población acerca de cuanto representa para el cuerpo humano en particular, y para el medio-ambiente en general.

Ya existe en Chile, por ejemplo, el no gubernamental Centro de Bicicultura. Y se han creado servicios públicos, sendas y estacionamientos especiales, lo que ofrece una idea del aprecio que se le tiene.

Aquí, sin embargo, centenares prefieren todavía la comodidad de una yipeta, la carga de contaminantes y daños a sus articulaciones.

A veces hay que sacrificar hasta la parejería, si de la salud se trata.

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