Pedernales. Una rica y sorprendente variedad de arte rupestre que data de más de 3,000 años antes de Cristo, ha sido descubierta en una serie de cavernas del Parque Nacional Jaragua, algunas fuera del área protegida. El hallazgo científico ha sido considerado de suma importancia para la historia de nuestro país y para la región del Caribe.
Junto a otras muestras de arte rupestre localizadas en Cuba, las de Pedernales son consideradas las más antiguas de Las Antillas. Ambas están asociadas a los pueblos pre cerámicos, que fueron los primeros pobladores de esta isla y del Caribe. También se asocian a zonas donde han sido encontradas cantidades de piezas arqueológicas e instrumentos que utilizaban aquellas culturas.
Las muestras de arte rupestre son variadas. Incluyen figuras de animales, de mujer con cabeza de lechuza, pelícanos, el sol y la luna. Algunas de estas cavernas hace varios años que ya habían sido exploradas por Manuel García Arévalo y otros científicos, como el difundo Fernando Morbán.
Los trabajos de investigación fueron reanudados. Esta vez por el arqueólogo Adolfo López, quien está al frente de las exploraciones de las cavernas localizadas en el Parque Nacional Jaragua, en la provincia Pedernales.
Una de las cavernas que contiene la variada y rica muestra de arte rupestre está distante a unos diez kilómetros al este del pueblo de Pedernales. El acceso es relativamente fácil, lo que facilitaría que este recurso natural fuera utilizado como recurso cultural, como atractivo turístico. El lugar es uno de los pocos espacios del país donde la iguana Ricordi es endémica.
El área es, además, rica en flora y fauna endémica de la zona. Es otro atractivo turístico que Pedernales podría explotar. La zona no ha sido totalmente explorada, por lo que es previsible la ocurrencia de nuevos e interesantes hallazgos científicos.
Otras cavernas fuera del área protegida, casi colindante con el Parque Nacional Jaragua, también contienen muestras de arte rupestre sorprendentes. Debido a la inexistencia de cultivos ni asentamiento humano en esa zona, las autoridades de Medio Ambiente y Recursos Naturales prevén integrarla al área protegida.
Justo en esas cuevas han sido halladas muestras magníficas de arte rupestre perfectamente intactas y puede observarse tortugas de gran tamaño, lo que se interpreta como evidencia de que los pueblos que habitaron esa zona hace alrededor de cinco mil años tuvieron una estrecha relación con esta especie. Etimológicamente, la palabra tortuga deriva del latín «tartaruchus» (demonio) que, a su vez, deriva del griego «tartarukus», palabra formada por «tártaros» (infierno) y «ekhein» (habitar). A este animal se le bautizó con el nombre «demonio», porque se le observó salir del barro, lo que se asemejaba a emerger del fondo de la tierra (del infierno).
Las pinturas son espectaculares. Son pequeñas, de tamaño, pero algunas atraen la atención por su perfección y fascinante belleza, y seis pelícanos que no tienen parangón en el arte rupestre. Hechos con pintura blanca sobre negro, supone que los habitantes prehispánicos escogieron un lugar preferencial de la caverna para legar su obra de arte.
Uso controlado. El arqueólogo López, quien explora las cavernas de Pedernales, favorece el desarrollo de un turismo que aproveche los valiosos recursos culturales, pero de forma controlada, para no dañar el arte rupestre. El científico lleva diez años en la búsqueda de una caverna que muestra arte rupestre (cien manos pintadas). Ese dato lo obtuvo de García Arévalo y Morbán. Otros comentarios adicionales del profesional insinúan lo siguiente:
Las cuevas se encuentran en muy buen estado. El arte rupestre es muy delicado y hay que preservarlo. Podrían hacerse excavaciones arqueológicas porque todavía la zona no ha sido bandalizada ni saqueada. En la zona de Pedernales hay muchísimas cavernas más. Hay arte rupestre por todos lados.
Estamos haciendo un trabajo de relocalización de cavernas, de exploración de nuevas zonas y de documentación de todo el arte rupestre de Pedernales, dentro y fuera del Parque Nacional Jaragua. Este trabajo es apoyado por el viceministerio de áreas protegidas de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La finalidad es doble: El científico, es decir, poder conocer nuestra prehistoria con más detalles y poder potenciar el turismo de Pedernales, que es un sitio fabuloso, fantástico para el ecoturismo. Es necesario dotar esta zona de nuevos atractivos culturales. Hay que tener en cuenta lo siguiente: Para poner en uso público sitios con arte rupestre hay que hacerlo respetando las muestras existentes, el sitio arqueológico y el entorno. De lo contrario, no se puede poner en uso público. Es un trabajo que deben hacer profesionales de la arqueología, de forma responsable para que no ocurra el desastre de Las Cuevas de Borbón y Las Cuevas de las Maravillas.
Las claves
Pinturas, petroglifos
La caverna de La Tortuga, como ha sido bautizada por su abundante muestra rupestre, tiene una preciosa cañada de agua dulce. En el entorno fuera del parque se puede apreciar una flora y fauna interesante, la que los visitantes a esa zona pueden disfrutar.
Otra cueva, ubicada dentro del área protegida, muestra en su interior una sorprendente muestra de arte rupestre. Hasta la fecha se han contabilizado 250 petroglifos y 50 pinturas. También tiene un depósito de agua dulce, lo que hace suponer que la existencia de ese valioso recurso natural los habitantes prehispánicos escogieron ese lugar.
El arte rupestre de estas cavernas siguen una pauta en cuanto a las representaciones uniformes, consagrada a una deidad femenina, es decir, una diosa madre, representada en la pintura por una mujer con cabeza de lechuza. Estas muestran se pueden observar en las paredes de piedra. Aunque se han encontrado muestras similares en otras partes de país, se cree que en la caverna de aquí es que más representaciones se acumulan. En realidad, el lugar es un santuario de esa diosa.