Pedido de apoyo de Draghi a los ABS es rechazado por Francia y Alemania

Pedido de apoyo de Draghi a los ABS es rechazado  por  Francia y Alemania

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), pidió a los gobiernos europeos que lo ayuden. Hasta ahora la respuesta es “no”.

Francia y Alemania, las dos mayores economías de la zona euro, dirán que no tienen interés en brindar garantías del Estado para el programa de compra de activos del presidente del Banco Central Europeo anunciado la semana pasada, de acuerdo con el borrador de un documento que obtuvo Bloomberg News.

Draghi pidió a los gobiernos que garantizaran algunos elementos de los títulos respaldados por activos (ABS, por sus siglas en inglés), préstamos empaquetados que el BCE planea comprar para destrabar el financiamiento en la estancada economía de la región. Después de implementar rebajas de las tasas de interés y préstamos a largo plazo para los bancos, el BCE ahora está intensificando la presión sobre los dirigentes políticos para que pongan su propio dinero sobre la mesa.

“Algunos actores reclaman una intervención pública para facilitar el desarrollo del mercado de titularización”, escribieron los gobiernos de Francia y Alemania en un documento que podría presentarse en una reunión de los ministros de economía de la región que tendrá lugar esta semana en Milán. “Una intervención bajo la forma de una garantía pública sería problemática”.

Los ministerios de economía alemán y francés no accedieron a efectuar comentarios sobre el tema de las garantías.

El anuncio que realizó el BCE, cuya sede se halla en Fráncfort, el 4 de septiembre sobre una rebaja de tasas de interés y un plan para comprar activos del sector privado que incluían ABS y bonos cubiertos contribuyó a llevar el euro por debajo de US$1,30 por primera vez desde julio de 2013.

‘Punto decisivo’. Si bien el plan para reactivar el mercado de ABS de 1,2 billones (US$1,5 billones) de euros de la región está dentro de la competencia de política monetaria de Draghi, los funcionarios dieron a entender que ampliar el programa para que incluya porciones de deuda más riesgosas, los llamados tramos mezzanine o intermedios, requerirían el apoyo de los gobiernos.

“Para mí es un punto muy decisivo que haya una garantía, por ejemplo, de un estado para un tramo intermedio”, dijo la integrante de la Junta Ejecutiva del BCE, Sabine Lautenschlaeger, en Hamburgo ayer. Eso permitiría que “se diera impulso a una compañía que, para un banco, es un riesgo crediticio muy grande”.

El pedido del BCE de asociarse con los gobiernos para reactivar el mercado de ABS refleja que existen algunos reparos respecto de los riesgos de tales instrumentos. Los ABS están respaldados por activos subyacentes como hipotecas o deuda de tarjetas de crédito y se empaquetan con productos que contienen partes de diferentes perfiles de riesgo.

A productos similares se les atribuyó la culpa de haber causado la crisis financiera.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidman, la semana pasada se opuso a la rebaja de tasas y el plan de los ABS y criticó la amenaza que tales compras plantearían para el balance del banco central.

 

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