Pedro Antonio Valdez: un diálogo a tiempo de rap (perreo incluido)

Pedro Antonio Valdez: un diálogo a tiempo de rap (perreo incluido)

Hay mucha queja en el país porque la radio solo suena rap, reggaeton y perreo. Esto último porque algunos no saben que el perreo es el baile, no la música. Bueno, hay quien opina que esto tampoco es música. Vivimos otra vez el dime y direte que se despierta cuando hay algún cambio brusco en cualquier zona de la vida y sobre todo cuando nace un ritmo que estremece a la juventud y ruboriza a los adultos y a los sustentadores del orden establecido en la sociedad. Esta inevitable cosa que nos pasa y que ha invadido nuestras casas, las calles, las emisoras de radio, las discotecas, la mente de nuestros hijos, primos, hijas y sobrinas es un hecho que analizamos con el escritor Pedro Antonio Valdez. Sí, el mismo que escribió El Carnaval de Sodoma y que será llevado al cine por el director mexicano Arturo Ripstein. Lo llevamos con un polocher al estilo de los amantes del ritmo hasta el 8 de la Sánchez, donde late el corazón de la gente que le pone sabor a estos ritmos.

[b]A RITMO DE REGGAETON[/b]

Una noche de poemas al estilo de Taty Hernández en Jarabacoa me sorprendí al encontrarme con el escritor Pedro Antonio Valdez vestido con tennis y ropa al estilo deportivo, pero no como un jugador de baloncesto, sino como un afiliado al hip hop dominicano.

Comentamos acerca del movimiento del género musical rap y su interés en que se escriba y se pondere este en el país en el que tiene más arraigo del que la gente percibe y más sentido y profundidad que los que, sin verdadero conocimiento del mismo, lo detractan.

El que actualmente es el novelista más contemporáneo del país y el que más proyección internacional tiene, porque además de contar con una editora como la española Alfaguara, la calidad de su obra es su mayor sustento.

En estos momentos en que los dominicanos celebramos el hecho de que su novela “El Carnaval de Sodoma” sea la base para una película del director mexicano Arturo Ripstein, nosotros conversamos con Pedro Antonio Valdez de rap, reggaeton y perreo.

[b]SU ACERCAMIENTO AL RAP[/b]

Pedro Valdez comienza por establecer que se acercó al rap y el reggaetón por gusto personal y que a principio de los 90 le fascinaban las canciones de Vico C y Francesca y recuerda que entonces el apoyo a esta música era mínima.

Luego de su regreso al país, hace alrededor de dos año y cuando se encuentra con una mayor presencia de rap y reggaeton boricua en la radio nacional (Tego, Ivy Queen, Héctor & Tito) empezó a preguntarse si en los barrios de aquí había grupos musicales.

“La respuesta fue asombrosa: en cuestión de días recogí CDs white label, empecé a ir a conciertos, conocí a numerosos cantantes desconocidos en los medios pero muy populares en el sector juvenil… Desde entonces me animé y he estado en contacto y haciendo algunos trabajos con ellos. Yo los respeto mucho, ellos me respetan bastante, por eso la relación ha sido muy buena”, explica.

“La conclusión a la que llego cada día es que en el país existe un amplísimo segmento de la juventud que se expresa y vincula a través de la música. Les gusta el rap, el reggaetón y otros géneros aledaños porque les habla directo y en su lenguaje, cosa que hace tiempo parecen haber olvidado los géneros musicales más establecidos comercialmente, llámese merengue o bachata”, afirma.

Ha descubierto que hay muchachos y muchachas talentosos que hacen música y ponen voces, con recursos mínimos “la música es su forma de arte por excelencia. El apoyo comercial de estos géneros, en nuestro país, llegará a su momento: estoy seguro; pero nuestras instituciones artísticas, estatales y la prensa deberían acercarse a estos muchachos que al fin y al cabo son la mayoría y tomar en serio la parte buena de su trabajo, que es mucha”.

[b]CREADOR DE RAP[/b]

Cuando leyó la novela del escritor mexicano Xavier Velasco y encontró un rap en ella se le ocurrió motivar a la representante en el país de la editora que comparten ambos (Ruth Herrera) para que algunos raperos participaran en su presentación en el país. Al final, tuvo él mismo que escribir el rap, hizo dos y buscó a un grupo de su natal La Vega, (Notorius) para que lo interpretara y le pusiera melodía, la música (reggaetón), la mezcla y la grabación.

“My family es singular, ninguno habla en español,

nos teñimos to’ de rubio, olemos a Christian Dior.

Somos buenos con los pobres, mami es un alma de Dios,

y mi daddy, como es santo, no dice qué tumbe dio.

Pa’ mis brothers sumo cero y me ven cara de suegra,

en silencio se repiten que yo soy su oveja negra.

Si se descuidan a little, me dejarán ser quien soy:

les heredo lo robado y me esfumo pa’ New York”.

Es la primera estrofa del rap de Pedro Antonio que se llama Violetta, como la protagonista de “Diablo Guardián”.

“Run, run, run, corre Violetta, métele velocidad,

run, run, run, no te detengas, la vida no queda atrás.

The time es poco, el tiempo acaba y no da más”.

Sostiene que escribe “letras de verdad, no poemas librescos, que no se trata de eso; claro, mi experiencia como escritor a veces me facilita las cosas, pero en todo caso circunscribo todo a la estética lirical”

[b]LITERATURA VS. RAP[/b]

A Pedro esta expresión cultural le permite entender la mente de la más reciente generación juvenil “como arte, ya lo he incorporado a mi forma estética de ver las cosas. Estos géneros musicales me suministran una herramienta para hablar directamente, sin temerle al mensaje explícito ni al panfleto”.

Inclusive ha aprendido que el panfleto tiene su arte y su razón de ser ”en el aspecto social, intento aportar a través de la lírica. Yo disfruto mucho el género y me interesa escribirlo”.

También le interesa ayudarlos y abrirles camino a los raperos del barrio, porque entiende que necesitan y merecen conquistar otros espacios, aparte del de la discoteca.

Con este fin se ha involucrado en la organización de las temidas –quizás por desconocimiento de varios rave party. Realizaron uno frente a la Casa de la Cultura de La Vega, “que fue memorable” y un pequeño concierto a la Universidad Tecnológica del Cibao (UTECI).

En estos momentos está trabajando en la producción de un disco compacto en el que se integrarán escritores de libros con escritores de lírica todos desde el punto de vista del rap y del reggaetón, “no de la literatura”, tanto del país como de Puerto Rico.

MC: ¿Es mejor darle de lado, porque se esfuma, o darle el frente?

Pedro: “El género musical hay que recibirlo con la dignidad que tiene. Hay que asumirlo de frente, porque está presente en la vida nacional, aunque el negocio de la radio aún no se decide a entrarle de lleno”.

[b]MC: ¿Por qué cómo escritor te interesa esta música?[/b]

Pedro: “Me sintoniza con la vida, con el día a día. También me ayuda a ver las cosas desde otra óptica. Como artista, me aporta una forma estética interesante de escritura”.

[b]PERREO, PAPI, PERREO[/b]

Esta frase que insta al baile del reggaeton y que está hermanado con el rap y que se baila de una forma que sonroja por igual a hombres y mujeres que observan desde afuera el fenómeno también fue tema de cuestionamiento y entre las cosas que nos dijo Pedro Antonio Valdéz, destacamos:

“El perreo es el baile, sobre todo del ritmo reggaetón. También viene de Puerto Rico. Es una especie de evolución del culeo, que se baila moviendo rápidamente la cintura hacia adelante y hacia atrás”.

“El perreo se baila entre dos personas, a veces entre tres, y es una simulación danzaria de la forma en que los perros tienen sexo, con otros movimientos sensuales. Algunos viejos se alarman al ver el baile, y yo creo que se alarman por desconocimiento de la época en que vivimos y de las que hemos vivido. Se olvidan de la lambada e incluso de la quebradita, que no eran menos sensuales que el perreo. Claro, como la lambada se bailó hasta en la Casa Blanca, fue muy aplaudida; pero como el perreo es de los jóvenes, lo tachan de inmoral y sexual”.

“En Puerto Rico se hizo recientemente una encuesta que demostró que la gran mayoría de muchachos y muchachas no se excitan sexualmente durante el baile del perreo”.

[b]RAP VS RAGGAETON[/b]

Para el escritor ambos géneros están estrechamente asociados. Aunque conceptualmente no tanto:

“El rap, que es la canción recitada, nace en Estados Unidos. El reggaetón viene de Puerto Rico; es cantado, algunos lo definen como una mezcla de reggae, hip hop y salsa. Yo lo veo más bien como un hip hop caribeño, precisamente porque el hip hop permite como ningún otro género la mezcla de expresiones musicales: los boricuas fueron los creadores del reggaetón, mezclando estupendamente salsa, reggae, balada, bomba, plena… Pero la mezcla va más de ahí. Por ejemplo, con Héctor & Tito encontramos el coro claramente salseado; Tego mete bomba, merengue, son y otros géneros. Pero Tempo trabaja pistas con ritmos marciales y también con ritmos un poco soundtrack, mientras que El Mexicano te mete hasta referencias operarias. Ivy Queen muchas veces se apoya en el sabor pop. O sea que es difícil referirse al reggaetón como una mezcla de ritmos meramente locales”.

[b]UN PELIGRO PARA LOS NIÑOS[/b]

El músico, compositor y cantante del Reino Unido, Seal, encuentra peligroso el rap. “El problema de la música rap es que resulta muy seductora, por su orquestación creciente, que engancha”.

Explica que su temor no es generalizado y que los adultos están exentos de este peligro “porque tienen más criterio, pero los jóvenes no tienen esa información y creo que no les resulta tan fácil distinguir entre lo que es la realidad y lo que es mero entretenimiento. Por eso es necesaria esa responsabilidad, ya que si uno acepta que la música sirve para transmitir esperanza, debe comprender que la fuerza negativa de la música puede ser muy destructiva”.

[b]JAVISH CON EL REGGAETÓN[/b]

El artista dominicano Javish, que es uno de los pilares del Conjunto Quisqueya, no salió ileso de nuestro encuentro sin que yo le preguntara por el perreo y reggaeton que invade las calles, la discotecas, la radio y la televisión de allá tanto como de aquí, y esto fue lo que nos dijo:

“Es una moda, y eso se veía venir, porque el perreo no es de ahora, eso desde hace tiempo aquí en Puerto Rico. Yo recuerdo que un sobrino mío que vive aquí, una vez puso un casete de eso, que se llama underground y cuando me puse a escuchar me puse a reír, porque ese era el perreo, pero un perreo sucio”.

Era una manifestación de los artistas del pueblo sin ninguna censura ya que solo se manejaba en los límites de su territorio “te estoy hablando de hace alrededor de 15 años atrás, esas son modas, son ritmos nuevos. Son ritmos caribeños que tienen también derecho a penetrar ¿comprendes?”.

Nos asegura que “yo no lo veo mal, yo lo veo bien, a mí me gusta, como todo lo que es música bien hecha. Aquí hay unos leones en eso, aquí hay un Tego Calderón, que ese muchacho líricamente es profundo y se la inventa ahí mismo y eso hay que admirarlo, o sea, con eso se nace, un muchacho que hace dos años atrás era taxista y de repente ya es famoso”.

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