Más de tres años transcurrieron desde que el cantautor español Pedro Guerra se presentó por última vez en el país. Pero, a juzgar por las emociones vividas el sábado pasado en la Sala Principal del Teatro Nacional Eduardo Brito, la espera valió la pena.

Acompañado de su guitarra y su banda ofreció un apoteósico recital que quedará grabado en la memoria de sus seguidores por lo íntimo que fue y la calidad que exhibió desde el principio hasta el final.

Vidas, disco que lo sacó de su retiro voluntario y nombre de su gira, no es un concierto cualquiera ni mucho menos. Vidas es el retorno de la poesía, de la palabra hecha canción.

Sin tener una escenografía, ni adorno alguno que desviara la atención de su figura y su voz dulce y enternecedora, Pedro interpretó 27 canciones -cada una de ellas coreada y aplaudida a rabiar por el público (jóvenes, niños y adultos) que aunque no logró llenar el Teatro, disfrutó del exquisito repertorio.

Con Humo -justo a las 9:05 p.m.- inició el concierto, en el que Pedro se entregó por casi dos horas a sus fieles seguidores.

Es un placer encontrarnos nuevamente; gracias por estar aquí. Vamos a cantar canciones de nuestro nuevo álbum y otras más, dijo Pedro, quien para la ocasión estaba vestido con un t-shirt negro, pantalones de mezclilla y tenis.

Luego siguió con temas como Quisiera saber, de su nuevo CD, Siete puertas y Gente sola, que calaron profundamente en sus fans.

Lara, dedicada a su hija mayor, tuvo una introducción muy especial. Pedro dijo que la escribió para su hija por encontrarse en una etapa difícil como es la adolescencia, época en la que el individuo se define como ser humano.

Entre sonrisas y la explicación de cómo surgieron algunas de sus canciones, el artista siguió atrayendo a la audiencia con Raíz, Debajo del puente, Cinco mil años, Quiere, Deseo o El aire en que no estás.

Pedro cerró el concierto a las 11:55 con una canción muy íntima y tierna: Cuando Pedro llegó, dedicada a su pequeño hijo. El público, de pie, le rindió un fuerte aplauso al artista.

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Javier Celado

Abrió el concierto
El joven artista Javier Celado, cuyo estilo recuerda a Silvio Rodríguez y a esos grandes trovadores cubanos, logró atraer la atención del público con las cuatro canciones que interpretó.

Inició su actuación a las 8:38 p.m. acompañado por dos guitarristas.

Con temas como Gasta, que definió un grito de alerta, Javier se llevó los mayores aplausos. Esta es una canción incendiaria en la que critica el consumismo.