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LAS VEGAS, EEUU (AFP) – Con sólo dos peleas profesionales de campeonato mundial en sus alforjas, pero una vasta experiencia entrenando a campeones olímpicos como el legendario Félix Savón, el cubano Pedro Luis Díaz enfrenta el sábado en Las Vegas el reto más importante de su carrera.
Por segunda ocasión, Díaz estará en la esquina de Miguel Cotto cuando el boricua defienda ante el estadounidense Floyd Mayweather el título de campeón superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
«Hemos preparado a Miguel para presentarle pelea a Mayweather en cualquier terreno», aseguró el preparador antillano en declaraciones exclusivas a la AFP.
«Mayweather es un gran atleta, rápido y con buena defensa, pero el ritmo de la pelea lo llevará Cotto», aseguró Díaz. «Miguel se ha preparado para presentar pelea en cualquier terreno que venga Floyd Mayweather».
Díaz ya se ha forjado una reputación en el pugilismo profesional como el hombre que revivió la carrera del Cotto tras la paliza que recibió del mexicano Antonio Margarito, y le puso de nuevo en la senda del triunfo.
«Van a ver al mismo Cotto de siempre, sólido y pegador. Lo único diferente será la técnica y la táctica para ganar este combate», aseguró Díaz, quien confiesa haberle sacado partido a su título de Doctor Ciencias Pedagógicas para enseñar a Cotto como asimilar sus planes de entrenamiento.
El preparador cubano subraya que aunque el boxeo profesional es diferente del amateur, y por lo tanto las técnicas de entrenamiento difieren, en esencia todo se basa en el trabajo con el hombre.
«El boxeo profesional es 180% diferente al amateur. Son boxeadores iguales, tiran golpes pero son dos tipos de boxeo diferentes. Uno puede hacer mayor o menos énfasis en la preparación física, pero el trabajo técnico-táctico es muy diferente», añadió.
«Pero un boxeador profesional es el mismo hombre», afirma Díaz, y refuerza su opinión con una frases que repite cada vez que le hacen la pregunta: «Nunca he visto un profesional con tres brazos y un amateur tampoco».
«Sólo que el profesional tiene que ser más heroico porque se tiene que preparar para pelear 12 rounds de tres minutos. Es más intensivo el trabajo, pero todos buscan lo mismo, que es la victoria», acota.
Díaz llegó a la esquina de Cotto luego que el boricua probase con una serie de entrenadores desde que en 2009 rompió con su tío y primer preparador, Evangelista Cotto, con quien tuvo una agria disputa que aún se dirime en los tribunales de justicia.
«Conozco a Miguel desde que él tenía 17 años, cuando fue por Puerto Rico a un Campeonato Panamericano en Colombia», recordó Díaz. «Después siempre mantuvimos contacto, tanto cuando era amateur como cuando pasó a ser profesional».
De su parte, Cotto asegura sentirse «cómodo y confiado» con Díaz, al que califica de «todo un estudioso del boxeo, y con gran facilidad para llevar sus ideas del papel a la práctica».
Doctor en Ciencias Pedagógicas, Díaz trabajó 15 años en el colectivo de entrenadores cubanos que dirigió el reconocido profesor Alcides Sagarra, y bajo su tutela estuvieron directamente estrellas como Félix Savón y otro monarcas olímpicos antillanos.
Con Cuba participó en cuatro Juegos Olímpicos desde Barcelona-1992 hasta Atenas-2004.
«Después de Atenas fui de ayuda técnica a República Dominicana y saque campeón olímpico a Félix Díaz, único latinoamericano que se coronó en esos Juegos», recuerda el entrenador cubano.
En el 2007, cuando terminó su contrato en Dominicana, decidió establecerse en Canadá, donde fundó una academia que prepara lo mismo a púgiles amateurs que profesionales.
«Para ganar en cualquier deporte se tiene que saber utilizar el cerebro, y Cotto es un boxeador inteligente, que además tiene el coraje necesario para enfrentar cada round con las características que vengan», subrayó el entrenador cubano.
