Pedro Martínez y el triste final de una carrera

Pedro Martínez y el triste final de una carrera

POR FRANK PEÑA
NUEVA YORK
.- De entrada, sin rodeo, quiero iniciar este artículo con una pregunta: ¿Es en este momento -marzo del 2007- el lanzador de los Mets Pedro Martínez un as del pitcheo, una estrella o un súper estrella?

Si se analizan los números de sus últimas 10 salidas del año 2006, y se toma en cuenta que tuvo que someterse a una operación del hombro y que tal vez su entrada a juego en la temporada del 2007 sea alrededor de agosto, la respuesta es que el Pedro del presente es un lanzador más de las Mayores, un pitcher con nada en la bola, un secreto deportivo sin una respuesta clara para el fanático.

Tan grande es la sombra que rodea el futuro de Pedro como atleta, que el equipo de los Mets ha diseñado para el 2007 una propaganda o mercadeo sin usar su imagen o fotografía.

Hasta la fecha que estoy escribiendo, en la página oficial de los Mets en Internet, en los diarios impresos, los anuncios de televisión, las vallas publicitarias en carreteras y trenes, así como en el correo recibido en los hogares de Nueva York, la cara de Pedro ha sido sustituida por las de José Reyes, Carlos Beltrán, Carlos Delgado y David Wright.

Tan deteriorado estaba el cuerpo de Pedro en los Entrenamientos de Primavera del 2006, con artritis y lesiones severas en el hombro derecho, la cintura y uno de sus pies, que su equipo lo sacó de rotación, no permitiéndole trabajar en el juego de apertura de la campaña, el 3 de abril del 2006.

El jueves 6 de abril del 2006, Pedro empezó su primer partido como lanzador y de inmediato se notó en el parque y en la televisión que la pasada temporada iba a ser oscura y tenebrosa para el pitcher dominicano, pues mostró claramente ese día ser un ejemplo de cuándo un lanzador no tiene ningún control de su trabajo o profesión:

Apenas llegó a 6 entradas y 96 pitcheos, permitió 5 carreras limpias, concedió 5 bases por bolas (una al pitcher Ramón Ortiz con 4 lanzamientos) y propinó 4 pelotazos, dos de ellos a José Guillén.

Ese fatídico debut del 6 de abril del 2006 mostró a un Pedro que asombrosamente había perdido sus 2 armas mortales: velocidad y control. En el 2005, el orgullo de Manoguayabo solamente otorgó 4 bases por bolas en sus primeras 5 aperturas, y en toda la campaña y con 217 entradas trabajadas apenas golpeó 4 peloteros.

Sin embargo, en su debut del 6 de abril del 2006 y en sólo 6 innings otorgó 5 bases y golpeó a 3 jugadores en 4 ocasiones; este último dato dijo a los fanáticos y cronistas que Martínez era un atleta diferente, transitando por terreno pantanoso y, quizás, cayendo en un profundo vacío desde donde jamás podría salir.

Como conjunto, los 10 últimos partidos de Pedro Martínez en la temporada del 2006 fue un gran desastre, una gigantesca desilusión: del 17 de junio hasta el 27 de septiembre, en 10 aperturas ganó 3 partidos y perdió 6; en 47 entradas permitió 51 hits y 38 carreras limpias, distribuidas por juego de la forma siguiente…3, 2, 6, 4, 1, 2, 6, 4, 3, y 7.

Para que no se vea este artículo como algo deliberado, con la insana intención de empañar la imagen del lanzador Pedro Martínez, paso a repetir algunas cosas que he escrito durante los pasados 4 años sobre el mismo pitcher.

Aunque existe una logia, un grupo reducido de enloquecidos fanáticos, cronistas y narradores en Estados Unidos que desean la desgracia para Pedro Martínez, tendrán que aceptar al final del camino que él fue un lanzador élite, que su nombre siempre estará junto al de los grandes, como Sandy Koufax y Bob Gibson, y que entrará por la puerta ancha del Salón de la Fama.

Hace 2 años que muchos decían que Pedro nunca llegaría a las 200 victorias y, que por tanto, jamás ingresaría a Cooperstown. Debo decir que en el Salón de la Fama hay 12 pitchers con menos de 200 triunfos, como Sandy Koufax. Pero, ya eso no es obstáculo pues el dominicano tiene récord de 206-92 en ganados y perdidos, para un maravilloso porcentaje de .691, y 2.81 en efectividad de carreras permitidas.

Los dos mejores lanzadores latinos que han pasado por las Grandes Ligas son dominicanos: Juan Marichal y Pedro Martínez. Es decir, están por encima de estrellas como Adolfo Luque, Luis Tiant, Mike Cuéllar, Fernando Valenzuela, etc.

El mejor pitcher dominicano y latino es Marichal, pero si Pedro retornara con fuerza luego de su operación, por 2 ó 3 años, el trono de Marichal estaría en peligro. Hasta hoy este es mi ranking de los 10 mejores lanzadores dominicanos: 1- Juan Marichal, 2- Pedro Martínez, 3- Ramón Martínez, 4- Bartolo Colón, 5- José Rijo, 6- Mario Melvin Soto, 7- Joaquín Andújar, 8- José De León, 9- Juan Guzmán y 10- Pedro Astacio.

Pedro Martínez, con .691, tiene el mejor porcentaje de la historia entre ganados y perdidos, con un mínimo de 200 decisiones, y sólo Randy Johnson con 10.77 supera a Martínez (10.20) en la frecuencia de ponches por cada nueve entradas lanzadas.

Prácticamente, Pedro ha hecho bien todas las facetas del trabajo de lanzar. Tiene 3 Premios Cy Young, y uno le fue confiscado por La Asociación Americana de Escritores de Béisbol en el 2001. Es, además, uno de los 14 pitchers que han ponchado 300 bateadores en una temporada.

En 1999, logró La Triple Corona de Pitcheo con 23 ganados, 2.07 de efectividad, y 313 ponches. ¡Pedro, pues, es el único pelotero latino Triple Coronado en la pelota de las Mayores!

El 3 de junio de 1995, Pedro lanzó “un no oficial” juego perfecto de 9 entradas; retiró en línea 27 bateadores pero lamentablemente en la décima entrada Bip Roberts de los Padres de San Diego le conectó doble por el jardín derecho. Ese memorable partido terminó en 10 entradas con marcador 1-0, con Pedro como ganador y Mel Rojas como relevista salvador.

Desde que nació la Liga Nacional en 1876 y la Liga Americana en 1901 una enorme cantidad de pitchers han trabajado en las Mayores. Quizás han sido 1000, 2 mil, 3 mil, 4 mil, 5 mil o 6 mil. No lo sé.

Sólo 13 lanzadores, en las Grandes Ligas, tienen 3000 ó más ponches en sus respectivas carreras: Nolan Ryan, Roger Clemens, Randy Johnson, Steve Carlton, Bert Blyleven, Tom Seaver, Don Sutton, Gaylord Perry, Walter Johnson, Phil Niekro, Fergie Jenkins, Bob Gibson, y Greg Maddux.

Es lamentable que por sus lesiones el pasado año Pedro Martínez se quedara a ley de 2 ponches para arribar a la aristocrática cifra de los 3,000 ponches.

El más grande elogio que se le puede hacer a un lanzador es decir que él fue el mejor de una década en las Mayores. Yo afirmo que Pedro fue el mejor en el período 1995-2004, pues mi ranking para esas 10 temporadas es el siguiente:  1-Pedro Martínez, 2-Randy Johnson, 3-Greg Maddux, 4-Roger Clemens, 5-Curt Schilling, 6-Mike Mussina y  7-Tom Glavine.

Cerrando el tema de este trabajo, el Pedro Martínez que está en los Entrenamientos de Primavera en La Florida en el 2007, recién operado del hombro derecho, no es un as del pitcheo ni un súper estrella; él es -en este instante- un lanzador más de las Mayores y, a la vez, una interrogante sin respuesta para los amantes del juego de pelota.

¡Quiera Dios que el hijo del pueblo de Manoguayabo, de República Dominicana, se levante del suelo cuando llegue agosto como el ave Fénix y vuele bien alto, recobrando su corona de Rey, consiguiendo la velocidad de 92 millas por hora y su control de oro!

Si se cumple mi deseo al final de la temporada del 2007, felicitaré públicamente a don Pedro Martínez y me felicitaré yo mismo, pues los dos nacimos en la tierra de Juan Pablo Duarte.

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