Pedro Sánchez anuncia que no dimitirá tras las acusaciones contra su esposa

Pedro Sánchez anuncia que no dimitirá tras las acusaciones contra su esposa

Pedro Sánchez

El presidente Pedro Sánchez anunció el lunes que seguirá al frente del gobierno de España, tras cinco días de especulaciones sobre su futuro.

La semana pasada, Sánchez anunció que cancelaría todos sus compromisos oficiales después de que un tribunal abriera una investigación inicial sobre su esposa, Begoña Gómez, por acusaciones de tráfico de influencias.

Sánchez, que ha estado en el poder desde 2018, calificó las acusaciones como una campaña de acoso orquestada por medios de derecha.

“Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará, llevamos 10 años sufriéndola”, dijo Sánchez. “Podemos con ella”, agregó.

Su decisión de la semana pasada de tomarse un tiempo en sus funciones para reflexionar sobre si continuaría al frente del gobierno fue una sorpresa incluso para personas de su propio Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Las acusaciones contra Begoña Gómez fueron presentadas por la organización Manos Limpias, liderada por un hombre vinculado a la extrema derecha llamado Miguel Bernad.

La denuncia

La denuncia admitida por un juzgado en Madrid contra Begoña Gómez afirma que «prevaliéndose de su relación con el presidente del gobierno, habría recomendado o avalado por carta de recomendación con su firma a empresarios que se presentan a licitaciones públicas».

El escrito señala también que una de las empresas que obtuvo fondos públicos organizó años después una maestría en un programa universitario que ella dirige y que otra de ellas, la aerolínea Air Europa, aceptó destinar fondos para un centro de innovación en África que también estuvo a cargo de la esposa de Sánchez.

Cuando se dio a conocer la denuncia, el presidente aseguró que su esposa se defenderá en los tribunales de unos «hechos tan aparentemente escandalosos como inconsistentes».

El jueves, la fiscalía de Madrid pidió que se archivara la investigación por falta de pruebas.

Manos Limpias también reconoció que las acusaciones podrían ser incorrectas porque se basaban en artículos de periódicos en línea, uno de los cuales ya ha demostrado ser falso.

Manos Limpias ha ganado notoriedad a base de presentar denuncias judiciales sobre supuestos casos de corrupción política que con frecuencia han acabado archivadas.

En su discurso el lunes, que duró unos 10 minutos, Sánchez agradeció los mensajes de apoyo recibidos que, dijo, pesaron sobre su decisión de continuar en el gobierno.

También descartó que su periodo “de reflexión” de cinco días haya sido una estrategia. Señaló que decidió parar por “convicción”, con el fin de cambiar el rumbo de la política en España.

Y dijo: “Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Nuestro país necesita esta reflexión. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango contamine nuestra vida pública”.

Sánchez hizo hincapié en que su decisión «no supone un punto y seguido».

«Es un punto y aparte, se lo garantizo».

Si Sánchez hubiera renunciado, se habría convertido en el primer presidente de gobierno en dejar el cargo en medio de una legislatura desde 1981, cuando lo hizo Adolfo Suárez.

Duras críticas

El anuncio de Sánchez de permanecer en el poder fue recibido con duras críticas por parte de sus adversarios.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dijo que el mandatario había utilizado “su intimidad para intentar ganar tiempo” y desviar la atención.

Afirmó que esta crisis obedecía a que sigue sin resolverse la «corrupción del partido, el gobierno y el entorno» de Sánchez y que éste no ha dado respuesta al llamado caso Koldo (una supuesta trama de corrupción con la venta de mascarillas durante la pandemia).

Acusó al mandatario de querer forzar un cambio de régimen en España y aseguró que éste no quiere “ni oposición, ni justicia, ni medios de comunicación”.

«Sánchez no puede soportar nada que no le dé la razón: todo se supedita a su soberbia y vanidad, necesita que lo aclamen, pero no ha sucedido como él quería», dijo Núñez Feijóo, quien abogó por la convocatoria a elecciones anticipadas, argumentando que el mandato de Sánchez había llegado a su “epílogo”.

El líder del partido de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, dijo que lo ocurrido con Sánchez fue un «teatro burdo, indignante y victimista» y calificó la situación que se abre con su decisión de quedarse como un «escenario extremo».

Consideró que al denunciar una campaña de descrédito contra su esposa, Sánchez lanzó un mensaje de “amenaza a todo disidente”, colocando en la mira a «jueces independientes, prensa libre y la oposición».

Desde la izquierda, Pablo Iglesias, quien fue líder de Podemos y aliado de Sánchez, acusó al jefe del Ejecutivo de haber hecho el rídículo al haber mantenido a los españoles “en vilo” con un “psicodrama” de cinco días que luego resolvió sin renunciar pero tampoco sin anunciar ningún tipo de respuesta política.

En una línea similar, el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña, Gabriel Rufián, dijo que si Sánchez permanece en su cargo «sin hacer nada» todo resultará en «un acto de frivolidad».

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