PORT ST. LUCIE, Florida (AP). – Hace cuatro meses, casi nadie pensaba en los Mets en Nueva York. Sin embargo, el dominicano Pedro Martínez y el puertorriqueño Carlos Beltrán cambiaron esa perspectiva.

Tras un receso de temporada con mucho éxito, el gerente general del equipo, Omar Minaya, y sus renovados Mets parecen encaminarse a la pretemporada con grandes expectativas y una dosis saludable de optimismo moderado.

«Nos hemos visto bien en los papeles anteriormente, pero eso no es garantía de victorias»», dijo el jueves Mike Piazza.

Los Mets, que hicieron grandes desembolsos, se allegaron a peloteros de gran costo en los últimos años, pero sólo han conseguido tres temporadas consecutivas perdedoras. ¨Quién no recuerda las adquisiciones de Roberto Alomar, Mo Vaughn y Jeromy Burnitz?

Bueno, pues esas épocas se acabaron, de acuerdo con la directiva de los Mets. Este equipo tiene la mezcla exacta, y esta vez están seguros de ello.

«Los peloteros no lo son todo. También es cambiar la manera de pensar, cambiar la cultura de lo que ha ocurrido aquí»», señaló el piloto novato de los Mets, Willie Randoph. «Veremos quién quiere jugar»», agregó.

Esto comenzará a descubrirlo el viernes, cuando los Mets lleven a cabo su primer entrenamiento oficial con lanzadores y receptores. El resto del equipo deberá presentarse el lunes, y su primer entrenamiento con equipo completo está programado para el miércoles.

Martínez, quien dejó a los Medias Rojas de Boston para firmar un contrato por cuatro temporadas y 53 millones de dólares con los Mets, se encuentra en el campo de entrenamientos desde la semana pasada y llegó con 10 días de anticipación y viene dispuesto a dejar una buena impresión.

Randolph, un viejo entrenador de los Yanquis, aún no puede acostumbrarse a la idea que su nuevo lanzador era un antiguo adversario.

«El otro día le di un abrazo, ¨verdad? es que nos enfrentamos durante años»», comentó Randolph, haciendo un gesto como si hubiera bebido leche rancia.

El regresar a la Liga Nacional deberá ayudar a Martínez, de 33 años, quien ganó el primero de sus tres trofeos Cy Young con los Expos de Montreal en 1997.

La rotación es con cinco lanzadores si todos se mantienen saludables. El segundo abridor, Tom Glavine, tendrá 39 años en el primer día de la temporada, mientras que Kris Benson y Víctor Zambrano sufrieron lesiones en el pasado.

Sin embargo, los relevistas pueden ser un gran problema, pues durante la pretemporada deberán elegir a los relevistas que trabajarán antes de que entre el taponero Braden Looper, quien tuvo una actuación firme la temporada pasada.