POR DIONISIO SOLDEVILA
Los Metros de Nueva York llegan a la temporada del 2005 con una nueva cara y muchas expectativas por cumplir. El gerente general Omar Minaya se movió rápida y furiosamente durante el invierno y atrajo una buena cantidad de agentes libres para al menos darle vida a una franquicia que terminó 20 partidos por debajo de .500 en el 2004.

Sin duda alguna, las contrataciones del tres veces ganador del premio Cy Young, Pedro Martínez, y el jardinero central Carlos Beltrán fueron sus movimientos más audaces.

Beltrán recibió el contrato más jugoso de los dos al estampar su firma por siete temporadas y US$119 millones, a razón de US$17 millones por campaña después de haber pasado parte de la temporada pasada con los Reales de Kansas City y los Astros de Houston.

En el caso de Martínez, fue contratado por US$53 millones y cuatro años luego de coronarse campeón con los Medias Rojas de Boston.

Junto a ellos también se puede mencionar al inicialista Doug Mientkiewicz y al relevista Félix Heredia, como también al mexicano Francisco Campos, que tratará de ganar un puesto.

Aunque estas últimas no se parecen a las de Martínez y Beltrán, estos fichajes hacen pensar que los Metros harán buenas cosas en el 2005.

EL PITCHEO

Con Martínez a la cabeza, la rotación de Nueva York luce fuerte ya que el dominicano viene de un año “flojo” en el que ganó 16 y perdió nueve mientras registraba efectividad de 3.90.

El movimiento a la Liga Nacional puede implicar buenas cosas para Martínez, quien también lanzó en el viejo circuito antes de mudarse a Boston en 1998, con los Expos de Montreal.

Martínez es un seguro ganador y eso sirve de mucho en una División Este en la que los Bravos de Atlanta han reinado en los últimos 13 torneos que se han celebrado.

Pero al pasar de Martínez entra una gama de interrogantes en la rotación de los Metros.

El zurdo Tom Glavine mantuvo una buena efectividad en el 2004 con 3.60, pero perdió más de lo que ganó con foja de 11-14. Si se mantiene saludable puede ser efectivo, pero se mantiene como una interrogante.

Los recién llegados Kris Benson y Víctor Zambrano son dos brazos que podrían ser útiles aunque salieron un poco caros para lo que han demostrado en su carrera.

Benson tiene potencial y viene de lanzar para unos débiles Piratas de Pittsburgh, donde no predomina el buen apoyo ofensivo. Allí tuvo 12-12 con 4.31 de efectividad. Zambrano, por su lado, tuvo 11-7 con 4.31 de efectividad con los Devil Rays de Tampa Bay.

El veterano Steve Trachsel (12-13, 4.00) completa la rotación de pitcheo armada por Minaya para el nuevo dirigente Willie Randolph, quien reemplaza a Art Howe, despedido al finalizar el año.

El cerrador es Braden Looper, un hombre que viene de salvar 29 en la campaña pasada.

LA OFENSIVA

El bateo de los Metros es uno de los puntos flojos de la organización ya que Carlos Beltrán es un productor nato. Sus 38 jonrones del 2004 fueron marca personal y se hizo acompañar de 104 empujadas y .267 en promedio.

Beltrán no es el problema, sino Mike Piazza y su disminuida producción de .266-20-54.

La actuación de José Reyes depende mucho de su salud ya que el joven dominicano tiene el cielo como límite para su trabajo. El vuelve al campo corto después de un experimento fallido de jugar en la segunda.

El japonés Kaz Matsui tendrá que aprender a ver acción en la intermedia y tiene que demostrar que se merece el dinero que le pagaron pues su primer año (.272-7-44) en las mayores dejó mucho que desear.

David Wright, Cliff Floyd y Doug Mientkiewicz serán los responsables del resto de la ofensiva neoyorquina.

Al menos se puede decir que ya los Yanquis no están solos en Nueva York porque este equipo de los Metros luce con ánimo y chispa para atraer a la fanaticada y sorprender a algunos incrédulos con un buen desempeño.

Si el fracaso sale a relucir temprano, entonces el dominicano Omar Minaya será cuestionado severamente, no por sus contrataciones, sino por la agresividad y la cantidad de dinero que invirtió en el proceso.