Luego de una carrera de 18 años en Grandes Ligas, Pedro Martínez está haciendo el mejor de sus pitcheos… fuera del terreno.

Martínez celebró ayer una emotiva cena con más de 300 niños que se benefician de la Fundación Pedro Martínez y Hermanos y Hay Poder en Aprender (HAPA), donde reciben educación formal y extra curricular para brindar una oportunidad de salir de la pobreza y evitar los vicios, la delincuencia y los embarazos en adolescentes.

Junto a su esposa Carolina, Martínez ha desarrollado un programa que le tiende la mano a niños de Manoguayabo, los Alcarrizos, Herrera y que ya se ha expandido a La Romana y Bonao.

“Queremos ayudar al país entero. Dios nos ha dado la oportunidad de apoyar estas iniciativas y puso a Pedro aquí en Manoguayabo para hacer esto”, dijo una emocionada Carolina durante un discurso.

Martínez dijo que en los cinco años que tiene en funcionamiento la Fundación, han tocado una gran cantidad de niños “y ya tenemos 20 profesionales graduados”.

Su vuelta al béisbol  Martínez ratificó el puesto que aceptó para ser asistente del gerente general de los Medias Rojas, Ben Cherington y dijo que éste será un nuevo reto.

 “Hay que ayudar en Boston ahora. Es una oportunidad y un nuevo contrato de trabajo para mi carrera”, dijo. También señaló su deseo de trabajar en el país.