Peeling    
El arte de renovar la piel

Peeling     <BR><STRONG>El arte de renovar la piel</STRONG>

POR ANNA JIMÉNEZ
¿Qué es el peeling? ¿En qué casos está indicado? ¿Cada cuánto tiempo es aconsejable realizarlo? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que surgen en torno a una técnica que cada vez adquiere mayor popularidad. La aparición de sustancias más eficaces y el perfeccionamiento de este tratamiento permiten devolver a la piel juventud y luminosidad.

Según explica la doctora Basora, especialista de Esthetic Center Láser, el peeling consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis para favorecer la regeneración de la piel. “El número de capas a eliminar dependerá del tipo de peeling que se realice: superficial, medio o profundo. Además, puede ser físico o químico, y según el agente utilizado se obtienen distintos beneficios, como el aumento del colágeno, despigmentación de manchas o el control sobre la grasa y bacterias en las pieles acneicas”, indica la doctora.

El peeling está indicado en casos de envejecimiento fisiológico o actínico y para el tratamiento de manchas y acné. No obstante, puede emplearse como un medio para “mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa”.

Entre las sustancias empleadas en el peeling se encuentran el fenol y los ácidos glicólico, tricloracético, salicílico y kójico. La elección de estas sustancias dependerá del objetivo del tratamiento (despigmentante, antiacnéico o antiarrugas). En todo caso se consigue mejorar la calidad de la piel y la producción de colágeno y elastina.

Peeling superficial: Cierra los poros, atenúa las cicatrices originadas por el acné y las arrugas finas. Además, aporta uniformidad al tono de la piel y un aspecto más juvenil y saludable. Este tipo de peeling ayuda a “controlar el acné, las foliculitis y las secreciones sebáceas, y pone a la piel en mejores condiciones para recibir cualquier tipo de tratamiento dermatológico”.

Peeling medio: está indicado en el caso de envejecimiento solar o tóxico, ya que actúa sobre las arrugas finas y de profundidad media, y para controlar las manchas actínicas. También se emplea como “paso previo o complemento de muchos tratamientos médicos, como la microdenervación, lifting o rellenos”.

Peeling profundo: Con resultados espectaculares, el peeling profundo consigue actuar sobre “las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas actínicas y solares y queratosis. Asimismo, produce la retracción de la piel, lo que mejora notablemente los problemas de flacidez”.

La profundidad del peeling determinará la recuperación de la piel, que puede ir desde unas pocas horas hasta cinco días. En el caso de los peelings profundos, se realiza una única sesión en el rostro, requiere sedación profunda o incluso anestesia y la recuperación se alarga más en el tiempo. “La paciente puede tardar entre cinco y diez días en poder maquillarse y acudir normalmente al trabajo”.

La periodicidad del peeling también dependerá del objetivo del tratamiento, así como de la sustancia empleada. En los peelings para aportar luminosidad al rostro se realizan entre cuatro y ocho sesiones semanales o quincenales. Una vez obtenidos los resultados deseados, se hace una sesión de mantenimiento cada cuatro o seis semanas. Cuando la intervención en la piel es profunda, las sesiones se espacian más en el tiempo y el tratamiento completo se repite una vez al año. Si el peeling es muy profundo no suele repetirse en años.

“Después del tratamiento la higiene es inexcusable, es imprescindible la protección solar y evitar la exposición directa al sol. Cada paciente contará con un tratamiento personalizado, que puede ir desde la aplicación de cremas hasta complementos dietéticos, para mejorar el problema específico que presenta su piel”. Si desea conocer más detalles de este y otros tratamientos dermatológicos, no dude en contactarnos o hacer su cita para evaluación en. Si desea conocer más detalles de este y otros tratamientos dermatológicos, no dude en contactarnos para hacer su cita de evaluación en la calle Armando Oscar Pacheco #14, Urbanización Fernández, teléfono 809-567-0464.

¿Cómo es tu tipo de piel?

Para averiguarlo, limpia el cutis con leche y tónico una hora antes de mirarte al espejo. Tu piel será:

  Normal, si no tienes impurezas.

   Seca (pobre en grasa) si observas una textura fina, sin poros dilatados, sin granos ni espinillas. Sus arrugas son finas y poco profundas, le cuesta broncearse y “tira” cuando se ha lavado con agua y jabón. Está muy bonita en verano. Si además es áspera al tacto está deshidratada.

  Grasa, si tiene una textura gruesa, poros dilatados, granos y espinillas; si brilla con frecuencia y se broncea bien. Está más bonita en invierno y tiene pocas arrugas. Estará deshidratada si ves escamitas en las cejas o en las aletas de la nariz.

  Mixta, si tiene la zona de la nariz y la barbilla grasos. Por el contrario, la frente y el contorno de ojos estará seco.

  Extra seca. Es clásica al superar los 40 años. Tiene más arrugas finas y es mas áspera.

       ¡Adiós a la piel tirante!

Pon un poco de vinagre de sidra en el lavabo lleno de agua tibia y salpícate la cara abundantemente. Deja que se seque al aire.

Si lo haces una vez al día, tu piel recuperará su PH natural, o sea el equilibrio ácido.

Las personas que tienen acné también deben utilizar esta solución, pero han de lavarse bien la cara antes de comenzar.

Para rociarte la cara con esta solución, en lugar de salpicarte utiliza un pulverizador. Guarda el pulverizador a la vista y así no te olvidarás de hacerlo.

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