Pekín activa nueva alerta por contaminación poco después de récords de smog

Pekín activa nueva alerta por contaminación poco después de récords de smog

Pekín. La ciudad de Pekín volvió a activar la alerta naranja, la segunda de mayor gravedad tras la roja, por contaminación, una semana después de que la urbe registrara los peores niveles de calidad del aire en 2015.

Las autoridades municipales han activado la alerta para este próximo lunes y hasta el miércoles, si bien las condiciones del aire en la capital ya se ven hoy deterioradas.

Según datos de la embajada de Estados Unidos en Pekín, que mide la calidad del aire diariamente, a las 14.00 hora local (06.00 GMT) de hoy, la concentración de las llamadas partículas PM 2,5, las más pequeñas y dañinas para la salud, alcanzó los 184 microgramos por metro cúbico, una tasa muy superior a la máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 25 microgramos.

Debido a la alerta anunciada por el Gobierno local, todos los centros educativos tendrán que suspender sus actividades al aire libre de lunes a miércoles.

Las industrias o las actividades de construcción también sufrirán restricciones, y son llamadas a reducir su actividad o parar su producción.

El smog ya cubre hoy otras partes del norte de China aparte de Pekín, como Tianjin o Hebei, que también verán su cielo contaminado esta semana, según predice hoy el Centro Meteorológico Nacional de China.

No obstante, los meteorólogos precisan que la polución “no será tan grave como la registrada la semana pasada».

Entonces Pekín activó por primera vez en todo el año la alerta naranja y sufrió los niveles más altos de contaminación de 2015, mientras el presidente chino Xi Jinping participaba en la cumbre mundial de París contra el cambio climático.

El aire de la capital llegó a superar los 600 microgramos por metro cúbico de PM 2,5, lo que supone superar en más de treinta veces el nivel máximo recomendado por la OMS.

La llegada de un frente frío limpió el aire de la capital el pasado miércoles después de tres días críticos.

Si la calidad del aire hubiera continuado en esos niveles un día más, el Gobierno hubiera activado la alerta roja, la mayor en el sistema de alarma, lo que habría obligado a cerrar las escuelas, entre otras medidas.

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