Pekín, (EFE).- El Gobierno de China exigió hoy a algunos de los miembros del Congreso de Estados Unidos que dejen de «adular y apoyar» al Dalái Lama en su visita al país norteamericano, considerada un «acto separatista» por el régimen de Pekín.

«El Tíbet es un asunto puramente interno de China, y Pekín se opone de forma rotunda a que cualquier país o persona interfiera en los asuntos internos de China relacionados con el Tíbet», manifestó hoy el portavoz de la cancillería china Hong Lei en un comunicado.

John Boehner, portavoz de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la cámara, o la secretaria de Estado adjunta para la Democracia y los Asuntos Mundiales, María Otero, son algunos de los políticos que han mantenido encuentros con el lama budista.

El premio Nobel de la Paz de 1989, de 76 años, renunció este año de forma oficial a sus cargos políticos como líder tibetano en el exilio, pero retiene su liderazgo como máximo religioso del budismo tibetano hasta que fallezca y se decida cuál será su próxima «reencarnación».

Sin embargo, el régimen chino, que se anexionó definitivamente el territorio tibetano en la década de 1950, insiste en calificar al monje como a un secesionista «que en las últimas décadas ha demostrado que no es sólo un religioso, sino un exiliado político vinculado a actividades separatistas contra China bajo la apariencia religiosa», agregó el portavoz Hong.

China mantiene cerrada al exterior la región autónoma desde que en 2008 se produjeran unos violentos conflictos entre la etnia local tibetana y los colonos chinos de etnia Han, la mayoritaria, como reacción a las políticas discriminatorias de Pekín, que dejaron decenas de muertos.

El Departamento de Estado de EEUU no ha precisado si, aparte de con Otero, el monje mantendrá encuentros de mayor nivel en su actual visita. EFE