Peleas y burlas en la escuela

Peleas y burlas en la escuela

Tahira Vargas

La violencia en los centros educativos es cotidiana, violencia verbal, bullying-acoso y violencia física están presentes en las relaciones entre estudiantes-estudiantes, docentes-estudiantes, padres/madres-estudiantes y equipo directivo-estudiantes.
El hecho de que la violencia desde sus distintas manifestaciones sea parte de la cotidianidad no debe darle un carácter de normalidad al hecho, sino que por el contrario debe servir para tomar medidas e intervenir para erradicarla.
¿Por qué la violencia en la escuela?
Distintos estudios cualitativos y cuantitativos sobre violencia en la escuela realizados en el país establecen una diversidad de factores que influyen en que se produzca violencia en la escuela. Algunos de ellos son los siguientes:
1. Escuela reproduce el círculo de violencia existente en las familias, comunidades, barrios y sociedad.
2. La presencia de una normalización de la burla-acoso o bullying como un simple “relajo” o diversión. Las burlas, humillaciones y acosos no son reconocidas por docentes, directores/as de centros, padres/madres como violencia, sino como simple “diversión”.
3. Intolerancia a la diversidad. Las principales víctimas de violencia verbal y de bullying-acoso son los/las estudiantes que responden a patrones de diversidad: sexual, étnica, discapacidad, apariencia física y/o estrato social.
4. Estigmatización de las adolescentes embarazadas y/o activas sexualmente. Las estudiantes que se embarazan y/o se “conoce públicamente” en el centro que son activas sexualmente son víctimas de acoso-bullying y discriminación tanto por el estudiantado como por el personal docente y directivo del centro.
5. Represión y control del cuerpo y la apariencia física de la población estudiantil. La ropa, accesorios, peinado, zapatos y adornos son supervisados estrictamente a la manera militar y represiva por el personal docente y directivo de los centros educativos violándose las libertades y derechos de esta población.
6. Ausencia de formas pacíficas y alternativas de resolución de conflictos. Entre estudiantes los conflictos se resuelven con violencia verbal y/o física. Igualmente directivos/as de centros y docentes. La expulsión es una reproducción del círculo de violencia, es antagónica con la naturaleza pedagógica y transformadora que debe tener la escuela.

Se necesitan cambios en las prácticas y ejercicio de violencia que existe en nuestros centros educativos públicos y privados. Estos cambios suponen procesos formativos de todos los actores educativos: equipo directivo y docente de los centros, estudiantado y familias.

La escuela puede ser un espacio de cultura de paz, alegría, diálogo y relaciones horizontales siempre y cuando exista voluntad en todos los actores involucrados en el sistema educativo de priorizar la creación de este clima de paz con los cambios que esto supone. En medio de violencia, exclusión, discriminación y ejercicio autoritario la calidad del proceso educativo es débil y deficiente.

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