LUIS GONZÁLEZ
Si el PLD quiere seguir gobernando más allá del 2008, tenía que dar un nuevo rumbo a la campaña interna por la nominación presidencial y parece que lo está haciendo en su etapa final.

El pueblo dominicano, cedió su poder soberano al PLD, en las elecciones presidenciales del 2004, más del 57% votó por el presidente Leonel Fernández.

En las elecciones congresuales y municipales del 2006, ese mismo pueblo reiteró su voluntad de darle la oportunidad al PLD: 22 de 32 senadores, 96 de 178 diputados, 68 de 151 síndicos. Parece que el PLD no había entendido que el pueblo ha puesto en sus manos un gran poder, no para que lo diluyan en diatribas estériles, sino para que hagan realidad los sueños de Duarte, Luperón y Juan Bosch. No es tiempo de Leonel, no es tiempo de Danilo, no es tiempo de José Tomás o Jaime, es tiempo de todos. Es tiempo del PLD que fundó Juan Bosch el 15 de diciembre de 1973.

Es tiempo del PLD que se consideraba la reserva moral de la República Dominicana, el PLD que estudió la sociedad dominicana y se preparó para gobernarla, para conducirla a puerto seguro. Es tiempo del PLD que entendió el poder, no como un placer, ni una manera de proporcionar ventajas a los gobernantes, sino una espinosa misión consagrada al servicio de la humanidad, como enseñó Platón. Peledeísta, hoy, domingo 6 de mayo da un ejemplo de que ese PLD no ha muerto, ejerce con disciplina el derecho de escoger tu candidato, demuestra que en ese partido la tolerancia y la pluralidad son una realidad. Que el lunes 7 de mayo, gane quien gane, veamos al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo trabajando mancomunadamente para producir los grandes cambios institucionales que demanda la República Dominicana, y a todos los funcionarios gubernamentales enfrentando los grandes problemas nacionales: energía, migración, pobreza, inseguridad, desempleo y falta de oportunidades. Unidad y trabajo, esa es la mejor campaña que puede hacer el PLD para retener el poder en el 2008.