El golpe de Estado en 1963 contra el gobierno del presidente Juan Bosch, del PRD, fue un nefasto acontecimiento que tronchó el proceso de desarrollo democrático-institucional de la nación dominicana, consideró el doctor José Serulle Ramia, Embajador Plenipotenciario de la República en Haití.
Al dictar una conferencia en los salones de la sede diplomática con motivo del 45 aniversario del derrocamiento de Bosch, Serulle manifestó que la República Dominicana, el Caribe, Latinoamérica y el mundo perdieron la oportunidad de ver en la dirección del Estado dominicano a un ser humano preñado de sabiduría, de amor al género humano.
Dijo que Bosch tenía la voluntad firme de cambiar el espanto y el horror por la confianza y la solidaridad.
Tenía la decisión expresa de borrar la corrupción, el clientelismo partidario y la delación como prácticas que, en vez de hacer política, desdicen de la política, en tanto que ciencia, amén de que denigran la condición humana y aniquilan las perspectivas de construcción de una patria nueva, dijo el embajador en Haití.
Expresó que el golpe de Estado anuló las conquistas democráticas obtenidas con la constitución de 1963. Subrayó que un triunvirato, representante de la burguesía comercial, altamente conservadora, sucede al gobierno. Se anulan de inmediato tanto la Constitución de 1963 como las medidas democráticas tomadas por el gobierno recién derrocado. Se introniza en la vida del Estado un gobierno que se caracterizaría por sus altos niveles de corrupción y por sus políticas antinacionales.
Lidio y Santamaría
Además de Serulle, intervinieron en la conferencia los dirigentes peledeístas Lidio Cadet y Juan Francisco Santamaría.
Falsas acusaciones
Cadet consideró que contra el profesor Juan Boch la infundada y falsa acusación de comunista en contra de la democracia ejemplar, pendió cual espada de Damocles antes , después de las elecciones y durante su corto gobierno.