El vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo, denunció hoy que la marcha convocada por los haitianos para el próximo 23 de este mes constituye un protesta desafiante “enmascarada como actividad deportiva y recreativa” frente a la reacción nacional de rechazo a los Pactos de Migración y Refugiados y al clamor creciente en favor de un Muro Fronterizo. Asimismo, formuló un llamado a los ciudadanos a no esperar el mes de la Patria para colocar la bandera dominicana.
Además, advirtió que ese movimiento de protesta encubierta y maliciosa viola el artículo 25 de la Constitución de la República relativo al estatuto de extranjería, por lo que el Ministerio de Interior debe intervenir en el asunto y hacer respetar ese mandato.
“Nadie puede hacerse el ingenuo. Desde hace tiempo venimos enfatizando que no es cierto que República Dominicana tiene problemas de migración ocasionado por el desarrollo desigual insular: confrontamos un problema internacional complejo y peligroso, con serias implicaciones de seguridad nacional e internacional, provocado por el colapso de Haití como estado y la irresponsabilidad criminal de poderes internacionales de querer imponer una solución dominicana a dicho problema”, explicó.
El exministro y exlegislador reiteró que desde hace años los haitianos y sus aliados locales y foráneos vienen preparando infraestructuras de apoyo con miras a lograr por todos los medios, incluidos, los insurreccionales, sus metas de imponerse en la parte oriental de la isla, y expresó que las autoridades conocen lo que sucede y actúan con temor, como lo acontecido en la revuelta laboral en Rancho Arriba en febrero del 2015; o el más reciente intento de celebración haitiana en el Altar de la Patria en Santo Domingo, el mismo día en que se reconstituía el ejército haitiano.
“Los haitianos están ocupando el territorio nacional, existe un traslado masivo de poblaciones con apoyo de una facción antinacional y poderes extranjeros, y aunque existía un plan A que se concibió con Hillary Clinton en la Casa Blanca, con la contrariedad que representó la elección de Donald Trump con su agenda nacionalista se ha pasado al Plan B, que supone preparar escenarios que propicien más injerencias y eventualmente, una intervención humanitaria”, sentenció Castillo.
También, denunció que el escenario internacional y regional obliga al liderato nacional a actuar con responsabilidad y unificar políticas de estado mediante una conferencia nacional, así como a prevenir y deshacer la estrategia haitiana de encadenar sus protestas en Haití con movilizaciones de los haitianos aquí reclamando sus supuestos derechos de nacionalidad, que es la médula de su posición antidominicana.