El candidato presidencial y vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo, se opone a la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la República Dominicana y Haití, con la mediación de Estados Unidos, y advierte que además de que ese acuerdo no será respetado por Haití, las consecuencias serán someter a la frontera del país a un “agresivo proceso de privatización y desnacionalización”.
Castillo cuestionó que sean legisladores haitianos y no funcionarios del Gobierno quienes firmaron el Acuerdo en la ciudad de Laredo, Texas, Estados Unidos, con lo que se empieza lo que se denomina la “Iniciativa para la Modernización de la Frontera entre Haití y la República Dominicana”.
Señaló que antes de pensar en suscribir nuevos acuerdos, se empiece a demandarse respeto el “Acuerdo de Washington”, de 1938 y a su modo operandi de 1939, ya que a pesar de ser los únicos vigentes, afirma que son groseramente violentados por Haití “con apoyo de Estados Unidos y los organismos internacionales”.
Castillo considera que lesionará al país el acuerdo comercial que se anunció y que se pretende funcione similar al tratado que tienen México y Estados Unidos, como explicó el presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos de la Cámara de Diputados, Darío Zapata, quien es legislador por Dajabón.
Además, para Castillo exministro de Energía y Minas, abogado y economista, el llamado acuerdo de Laredo es cuestionable en muchos sentidos, empezando por lo más elemental, que es la incapacidad de cumplir por parte de Haití, que en las negociaciones está representada por legisladores y no por funcionarios, ya que virtualmente carece de gobierno.
Manifestó que el Estado dominicano no será respetado, de no respetarse a sí mismo, a propósito del Acuerdo de Laredo, con respaldo de Estados Unidos.
Exhortó que la zona fronteriza con Haití se desarrolle partiendo del mandato constitucional que es claro y vigoroso, debido que sería un craso error hacer depender la preservación y progreso de esa zona de lo que se acuerde con Haití y los demás países que intervengan en el proceso.
Criticó que las autoridades dominicanas se sienten a discutir con autoridades de gobiernos que no reconocen las más importantes decisiones de los poderes públicos en materia de nacionalidad y migración. Cree que esto estimula las agresiones injustas y abusivas que nos lanzan.