Película La Victoria denuncia vergüeza de una cárcel;
Novela El Carnaval de Sodoma o el contrasentido social   

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POR FERNANDO QUIROZ
Reclusos que no veían la luna desde hace diez años, pudieron hacerlo en los días de la filmación de la película dominicana la cárcel La Victoria, que denuncia la corrupción, el hacinamiento y la vergüenza de un centro penitenciario del país.  El español José Enrique Pintor (Pinky), director y guionista de la película «La Victoria, el cuarto hombre», resaltó la importancia del cine como medio de denuncia de realidades como esas.

Pinky, radicado en el país desde hace 13 años, conversó de cine y literatura en La Esquina Joven de HOY, en compañía del escritor vegano Pedro Antonio Pimentel, autor de la novela El Carnaval de Sodoma, que será llevada al cine por el director mexicano Arturo Ripstein.

Ayer el conversatorio tuvo lugar en Cuesta Centro del Libro, al Foro Pedro Mir, con la co coordinación de Verónica Sención, encargada de Cultura de la librería.

Al tratar el drama de los presos, Pinky contó que desde el encierro de las noches, la estructura de esa cárcel no permite que las ventanas de muchos reclusos coincida con la vista al cielo. «No pueden ver la luna».  Son llevados al patio a las 7:00 de la mañana y devueltos al recinto a las 5:00 de la tarde.

Presenta la complicidad que se da entre autoridades y reclusos, así como la corrupción cotidiana de esa cárcel. «Es una realidad que cuenta cómo piensan y viven esos reclusos», dijo el director del filme.

Dijo que La Victoria está considerada una de las cuatro peores cárceles de América Latina.  La película fue estrenada el jueves pasado en todos los cines del país.

El público de ayer estuvo integrado por estudiantes del Colegio Experimental Nuevo Orden, que dirige el profesor Felipe Ozoria.

NOVELA

Ripstein adquirió los derechos de esta obra del autor dominicano Valdez. Se interesó en la obra en visita que hizo al país en el 2003 para participar en el Festival Internacional de Cine de Santo Domingo.

El carnaval de Sodoma se ubica en el Royal Palace, un burdel de mala muerte que está situado frente a la catedral de La Vega.

Ahí se desarrollan varias historias de frustración y de odio de personajes inconformes con su destino, como un poeta erudito que nunca ha publicado un verso o un revolucionario que siempre llegó tarde a la historia.

También aparecen un ángel sin alas, provocador y masoquista, expulsado del cielo, un chino alucinado, propietario del burdel, seguido siempre por su silenciosa y fiel esposa china, y el elenco de prostitutas.

Valdez dijo en el conversatorio que hace cuatro años que escribió la obra, y fue publicada dos años más tarde.

«El cine es la versión estética más universal», consideró Valdez al resaltar la importancia de que su novela sea llevada al cine.

Su novela se desarrolla en varios tiempos, pero insiste en el contra sentido social, que desata una pugna entre la moral y lo religioso contra los poderosos que defendían el burdel. 

El escritor Valdez contó que a través de las novelas se puede mostrar otra cara del mundo.

Cuando el cine se nutre de buena literatura es comparado como leer un gran obra literaria, con la ventaja de que permite llegar a otros públicos de manera masiva, entiende Valdez.

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EMOCION 

La película fue presentada a los presos dentro del mismo recinto carcelario antes de ser llevada a las salas de cine. Pintor expresó emocionado la alegría que produjo entre los reclusos verse en pantalla gigante, y que se denunciaran sus dificultades.

Se resalta que es una cárcel construida para 900 presos, pero en la actualidad hay allí más de 4,000.

«Entrar es fácil, salir imposible», reza la línea final de los trailers que promociona el filme.

EL DRAMA

Rodar esa película en La Victoria permitió, señaló Pinky, detectar cómo presos, para poder dormir, tienen que comprar un espacio de un metro del piso por hasta RD$4,000 mensuales.

La realidad del tráfico de drogas dentro de la cárcel, las riñas, el recluso que le roba unos tenis a un compañero para vendérselos a otros.

Igualmente, decenas de presos enfermos de sida y tuberculosis apretujados en reducidos espacios mal olientes.

PINKY

Pinky contó al público que inicialmente estudió economía porque así lo querían sus padres, que deseaban mantenerlo alejado del teatro y del doblaje de películas. No obstante, al involucrarlo en esos menesteres para que se ganara el dinero de ir al cine los fines de semana, salió de economía en el tercer año de estudios y cambió a estudiar arte dramático, con especialización en interpretación oral.

Vino el país a realizar un documental de televisión. En su trayecto ha trabajado en la producción de televisión para programas como Noche no te vayas, Ritmo del Sábado, Sábado de Corporán. En la actualidad realiza trabajos para Telecentro, Canal 13.

RODAJE

La historia se cuenta en 100 minutos. Comienza cuando una pareja de esposos que se desplaza por la avenida Sarasota es atacada a tiros por personas que iban en una moto. Mataron al hijo del matrimonio, y el esposo se las arregla para caer preso en La Victoria y buscar al asesino.

Para filmar la película desde el mismo interior de la cárcel, Pinky dijo que necesitaban por lo menos tres meses, pero tuvieron que hacerlo en 18 días, por disposición de las autoridades. 

Al principio, los actores y el equipo técnico temían rodar dentro de la cárcel por temor a ser agredidos.

Después de cinco días, expresó Pinky, los presos le ayudaban hasta a cargar los equipos y brindar refrescos al personal de trabajo. Incluso, en caso de que se le olvidara algún instrumento de un día para otro, los reclusos lo guardaban y devolvían.

«Son presos que me prestaron sus historias y sus vivencias para yo contar la mía», indicó Pinky.

La película fue elogiada en el festival internacional de cine de San Sebastían. Ayer fue aceptada para competir en el Festival Internacional de Cine de Cuba.

Será presentada, además de Nueva York y Puerto Rico, en Venezuela y demás países de América Latina. También Europa.

PERSONAL
José E. Pintor (Pinky) – Director | Guionista | Productor
M. Mario Pérez – Productor Ejecutivo
Raynaldo Benito – Productor Ejecutivo
Mario Pérez – Productor Ejecutivo | Productor Asociado
Marcos Pérez –  Administrador | Controller
Jesús García – Productor General
Aquiles Jiménez – Logística
Claudio Chea – Dirección Fotografía (DP)
Ramón Minaya – 1er Asist. Fotografía | Cámara
Gina GiudicelliI – 2da Asist. Cámara
Edgar Colón – Operador Steadicam
Desiree Reyes – Asistente Dirección
Victoria Kuluge – 2da Asist. Dirección

DECIMAS
Cinco mil seres humanos,
encerrados diariamente,
culpables o inocentes,
luchando de pies y manos,
es por ello que contamos,
la realidad de una historia,
de quien teniendo la gloria,
un día de ella renuncia,
en esta trama denuncia,
la cárcel de La Victoria.

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La pureza y la impureza,
una al frente de la otra,
es la realidad que enrrostra,
cuando sociedad se expresa,
y en esta historia empieza,
viviendo con punto y coma,
como en la vida se asoma,
aquel que vive escribiendo,
y sin querer está viviendo,
un Carnaval de Sodoma.
Juan María del Orbe.

esquinajoven@hotmail.com

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