L os peloteros, todos, deben entender que es un tremendo honor y privilegio llegar a Grandes Ligas.
Una vez usted llega, entonces debe ser más disciplinado, más dedicado y cuidar cada minuto de juego que recibe.
Si de cada 100 jugadores firmados, apenas 3 ó 4 llegan a Grandes Ligas, visto así, quien lo logra es un agraciado. Hoy queremos referirnos al caso de José Sirí.
Nos deleitamos cuando lo vemos jugar en Lidom con los Gigantes del Cibao.
Un out difícil, tremendo jardinero, veloz, pimentoso y ganador.
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En Grandes Ligas, por momentos, enseña algo de ese potencial.
Sin embargo, preocupa que Sirí no logre la madurez total. Con 28 años de edad, y todavía ganando el mínimo (750 mil dólares), aún no está consagrado.
¿Qué vemos en Sirí?
Poco control emocional.
En días pasados, fue suspendido por un lío con el lanzador Abner Uribe.
El peletero Carlos Gómez lo regañó y le dijo que quien está jugando por debajo, no saca el pechito.
¡Y es verdad!.
Al llegar a la jornada del domingo, Sirí tenía promedio de bateo de .180, con dos jonrones, 7 remolcadas y 6 bases robadas. Con tanto talento joven (De 20 y 25 años) pujando en los circuitos menores, usted no puede “Cancanerar”.
¿Les digo algo?
Sirí me agrada mucho como pelotero, pero lo quiero más concentrado en su carrera.