MAMEY, Santiago. Los vecinos de la sección de Boca de Uñijica y otros parajes en Mamey, están desesperados por el riesgo que los acecha por el cauce del río del mismo nombre, que atraviesa varias localidades y que mantiene incomunicadas a unas cinco mil familias.
La Sociedad Ecológica Los Hidalgos, la de Padres y Amigos de la Escuela y las juntas de vecinos de la sección de Uñijica, San Gregorio y El Progreso, exigieron del secretario de Obras Públicas y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, (Indrhi), que enfrentar el problema.
El presidente de la junta de vecinos, Ambiorix Sarita, sostiene que lo ideal fuera que se construyera un puente, desde Boca de Uñijica hasta Los Saltos, porque está incomunicado y lo inexplicable es que las autoridades dejan a su suerte a más de 700 niños que tienen que cruzar el río diariamente como puedan.
Aquí la vida es sálvese quien pueda. Nosotros hemos hecho miles de llamados al gobierno no tanto por el tránsito sino por los estudiantes. Mire la escuela está al cruzar y tienen que hacerlo como ellos puedan, comenta.
Para empezar, según resaltó Freddy Vargas, de la Sociedad Ecológica de los Hidalgos, todas las casas han sido afectadas por el río cuando trae una corriente de agua extrema, ya que los gaviones construidos fueron un engaño.
Los pobladores aseguran que el año pasado se presupuestó para su reconstrucción RD$40 millones y que el Indrhi, hizo un trabajo pésimo.
Este fue un trabajo mal hecho, sin estética, sin un estudio de profundidad. Presupuestaron 40 millones de pesos y en menos de tres meses el río comenzó a llevarse los gaviones y el problema se convirtió en otro más difícil, porque el río comenzó a tener otro cauce, dijo Vargas.
Indicó que el río hace varios años viene hacia nosotros. El cauce principal bordea el pueblo.
Advertencia
Los habitantes ruegan no se produzca una creciente, porque las inundaciones colapsarían las actividades productivas de Mamey.
Dijeron que si el gobierno dispone el arreglo de los gaviones estarán más vigilantes, para que no se haga un trabajo los perjudique. De los más afectados por el cauce inesperado del río Uñijica es Luisa Fermín de Acevedo y su esposo Francisco Acevedo, incansables luchadores para que se resuelva el problema.
El capitán es el último de salir del barco, dice Francisco, por eso opina que lucha en el mismo terreno y no descansará hasta que se haga un trabajo decente.