Peligro en el grifo: uranio contamina agua en oeste de EEUU

Peligro en el grifo: uranio contamina agua en oeste de EEUU

En esta imagen del 17 de septiembre de 2015, un hombre recoge pepinos mientras sale el sol en una plantación cerca de Modesto, California. Funcionarios de EEUU con el Servicio Geológico de Sacramento y otros lugares creen que la cantidad de uranio en los suministros de agua potable en el Central Valley ha aumentado durante los últimos 150 años con la expansión de la agricultura. (AP Foto/John Locher)

FRESNO, California, EE.UU.  En un parque de caravanas situado entre los cultivos de regadío que ayudan a hacer del valle californiano de San Joaquin la zona agrícola más rica del mundo, Giselle Alvarez, de 16 años, una de las pocas que habla inglés en la comunidad de campesinos, lee perpleja los avisos colocados en las puertas: en su agua potable hay algo peligroso. Los niveles de uranio, advierten los carteles, superan los niveles considerados seguros por el estado y el gobierno federal. La ley obliga al propietario del parque a colocar los avisos.

Pero están mal escritos y en su mayoría en inglés, un lenguaje que pocas de las docenas de familias de habla hispana que viven allí pueden leer. “Dice que pueden beber el agua, pero que si beben el agua durante un periodo de tiempo, pueden tener cáncer”, dijo Alvarez, cuya familia trabajadora no tiene más opciones que seguir bebiendo y cocinando con el agua contaminada del grifo. “En realidad no explican”.

El uranio, del que se obtiene el combustible nuclear para centrales eléctricas y bombas atómicas, aparece cada vez más en los sistemas de agua potable en las grandes regiones agrícolas del oeste de Estados Unidos. Es un efecto natural, pero inesperado, del regadío, la sequía y la sobreexplotación de las reservas de aguas subterráneas. Una investigación de Associated Press en los valles agrícolas del centro de California —así como en las Llanuras Centrales del país, otra de las zonas más afectadas— descubrió que las autoridades no están haciendo gran cosa por informar del riesgo al público general.

Eso incluye a los que utilizan pozos privados, una de cada cuatro familias en este valle agrícola y que, sin saberlo, beben cantidades peligrosas de uranio. Las autoridades señalan que la exposición a largo plazo al uranio puede dañar los riñones y aumentar el riesgo de cáncer, y los científicos afirman que puede tener otros efectos perjudiciales. En esta zona de cultivos, que se extiende por unas 250 millas e incluye varias ciudades, hasta uno de cada 10 sistemas de aguas públicas tiene niveles de uranio por encima del nivel de seguridad en su agua antes de ser depurada, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

De forma más general, casi 2 millones de personas en el Central Valley de California y el Medio Oeste de Estados Unidos vive en un radio de media milla de depósitos de agua con niveles de uranio superiores a los límites saludables, indicaron en septiembre científicos de la Universidad de Nebraska en un estudio. Organismos como agencias estatales y pequeñas escuelas rurales tratan de buscar la forma de actuar ante cientos de pozos públicos contaminados. Eso incluye los pozos de agua de la escuela elemental Westport, donde estudian 450 niños a las afueras del núcleo agrícola de Modesto, en el centro de California. En el patio escolar, los niños se toman un descanso de los juegos para beber en fuentes que llevan letreros en inglés y español que las identifican como seguras para beber.

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